Se denomina portainjerto o pie a la sección basal que incluye las raíces en una planta injertada, cuya parte aérea corresponde a la variedad seleccionada por el viticultor. La utilización de portainjertos en vid comenzó a fines del siglo XIX en Europa y América del Norte, debido a la necesidad de utilizar genotipos resistentes a filoxera. La filoxera es un pulgón que se alimenta exclusivamente de plantas del género Vitis, provocando agallas en hojas y raíces. Esta plaga fue considerada la más devastadora de los viñedos, debido a que luego de su ingreso a Europa (mediados siglo XIX) destruyó casi la totalidad de los mismos. El ingreso en Argentina no produjo daños económicos significativos aparentemente por nuestras condiciones ecológicas. No obstante, esta plaga se encuentra ocasionando pérdidas en algunos viñedos mendocinos, aunque sus síntomas pueden confundirse con otros problemas en la vid.
La selección y uso de portainjertos para brindar resistencia a filoxera ha sido exitosa, a través de descendientes de vides americanas (como Vitis riparia, Vitis rupestris y Vitis berlandieri) ya que Vitis vinífera es altamente sensible a filoxera. Solamente Vitis rotundifolia es inmune a esta plaga, pero tiene muy baja compatibilidad en los injertos con Vitis vinífera.
Si bien en Argentina la implantación de viñedos injertados es reducida, el uso de portainjertos es considerado como una de las herramientas más importantes para mitigar daños ocasionados por la presencia de plagas o enfermedades, falta o exceso de agua y problemas de alta salinidad en suelos. A todos estos daños que limitan el crecimiento y producción de las plantas se los conoce como factores de estrés.
Existe gran cantidad de portainjertos muy difundidos a nivel mundial, los cuales presentan diferentes grados de tolerancia a diferentes condiciones de estrés.
Dentro de las plagas del suelo, además de la filoxera algunos portainjertos presentan también resistencia a nemátodes de los géneros Melodogyne y Xiphinema (presentes en nuestros suelos).
Incidencia en producción
Además de la tolerancia a diferentes factores de estrés, los portainjertos también son utilizados para modificar algunas características de las plantas como el vigor y la producción. En un estudio realizado en la Estación Experimental EEA Mendoza del INTA, se comparó el comportamiento de la variedad Malbec injertada en 6 portainjertos bajo condiciones de campo; 1103 Paulsen presentó mayores rendimientos con respecto a otros como 140 Ruggeri, 3309C, Cereza o a pie franco. Existen antecedentes que muestran cómo la combinación injerto-portainjerto participa en la expresión vegetativa y producción de las plantas injertadas, lo cual se utiliza como una herramienta de manejo agronómico.
Portainjertos comunes
Los portainjertos más comercializados actualmente en la provincia de Mendoza en variedades de vinificar son 1103 Paulsen (1103P) y 101-14 Millardet Grasset Mgt (101-14 Mgt). Estos dos portainjertos presentan una elevada resistencia a filoxera. El portainjerto 1103P fue obtenido a partir de una selección realizada en Italia del cruzamiento de V. berlandieri Resseguier 2 x V. rupestris du Lot. También ha sido calificado en varios trabajos como un portainjerto que transfiere al injerto un vigor medio a alto y por su buena tolerancia a sequía. Por otro lado, el portainjerto 101-14Mgt, obtenido por Millardet y De Grasset en Francia mediante el cruzamiento de V. riparia Michaux y V. rupestris Scheele, es considerado como inductor de un vigor moderado al injerto y baja a moderada tolerancia a sequía.
Investigaciones
En diversos trabajos de investigación, un mismo portainjerto muchas veces ha sido clasificado con diferentes grados de tolerancia frente a ciertos factores de estrés. Esto se debe a que su comportamiento depende de las condiciones específicas de cada lugar, características del suelo, condiciones climáticas, presencia de plagas y variedad injertada en parte aérea. Por esta razón, es importante realizar las investigaciones con los criterios de selección primordiales para la zona donde se utilizan y con las combinaciones injerto-portainjerto de interés.
La disminución del recurso hídrico destinado a la agricultura (debido a la creciente demanda para uso humano) y los proyectados efectos del cambio climático, generan la necesidad de buscar portainjertos más resistentes a sequía y salinidad. Existen antecedentes donde se identifican a algunos portainjertos con mayor tolerancia al estrés salino. Esto se debe a que algunos de ellos pueden evitar la entrada de iones tóxicos a la planta (fenómeno denominado exclusión), limitar el transporte de iones hacia las hojas o mantener el crecimiento aéreo o vigor conferido bajo estas condiciones de estrés.
En nuestra región vitivinícola profesionales del Laboratorio de Viticultura de la EEA Mendoza INTA junto con la FCA UNCuyo se encuentran evaluando comportamientos de diferentes genotipos y combinaciones injerto-portainjerto sometidos a diferentes tipos de estrés.
En los resultados obtenidos hasta el momento con plantas de vid en macetas se observó que el portainjerto 1103P injertado en cv. Malbec o Cabernet Sauvignon presentó mayor tolerancia frente a condiciones de alta salinidad, asociado sobre todo a su capacidad de evitar la entrada de iones tóxicos a la planta. No obstante, para futuras evaluaciones en invernáculo y a campo se siguen incorporando nuevos genotipos americanos y variedades de Vitis vinífera para estudiar su comportamiento frente a condiciones de estrés presentes en nuestra región.
Estos estudios permiten aconsejar las mejores combinaciones de portainjertos para cada situación particular de los viticultores.