De acuerdo con un informe del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI), realizado en el 2015 en Argentina a través de 73.621 tramitaciones de compañías de seguros, demuestran que los hombres participan en el 75,7% de los siniestros, mientras que las mujeres lo hacen en el 24,3%. Sin embargo, este número podría estar relacionado con que hay más hombres que mujeres manejando, ya que según los datos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), hasta agosto de 2015 se expidieron 1.825.025 licencias de conducir en todo el país: el 27% son de mujeres y el 73% son hombres.
De todas formas, la conducta de las mujeres frente al volante es mejor que la de los hombres. En una investigación realizada en el 2014 por la Asociación Civil Argentina Luchemos por la Vida (ALVI), sobre un total de 4.724 conductores de automóviles particulares, se conoció que el 85% de las mujeres utiliza el cinturón y los hombres un 65%. En cuanto al uso del celular mientras se conduce, el porcentaje para el sexo femenino es del 6,9% mientras que el sexo masculino es de 11,4%.
Esta información demuestra una mayor conciencia y percepción del riesgo por parte de las mujeres. Por supuesto que ellas también protagonizan y, muchas veces causan siniestros. Los más frecuentes son: errores en maniobras de giro y en intersecciones y al circular marcha atrás y estacionar; mientras que en los hombres, las causas más comunes son: sobrepaso inadecuado, exceso de velocidad y conducir alcoholizado.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cada año fallecen en el mundo 1.24 millones de personas en accidentes de tráfico (es la primera causa de muerte violenta en el mundo). Por cada mujer que fallece en un accidente de tránsito mueren tres hombres; de hecho, tan solo 1 de cada 10 siniestros es generado por una mujer.
En el caso de las mujeres que son madres, la sensación de responsabilidad con respecto a sus hijos y la necesidad de protegerlos influye en su conducción, haciendo que sean mucho más responsables y conscientes al volante.
Diversos estudios de psicología indican que el comportamiento de los padres como conductores, ciclistas o peatones tiene una fuerte influencia sobre los niños. El comportamiento que observan en sus padres al volante, forma parte de la educación vial que adquirirán y que marcará la forma en la que conduzcan en un futuro, por lo que debemos ser conscientes de la importancia de dar buen ejemplo a la hora de manejar.
Otros estudios realizados por la UK's National Car Parks en Reino Unido reflejan un aspecto revelador acerca de estacionar un auto: las mujeres tardan más tiempo en hacerlo, pero la precisión es mayor que en la de los hombres.
Dejando de lado el factor “competitivo” de demostrar quién maneja mejor, lo cierto es que todos debemos tomar la conducción con responsabilidad, siendo conscientes de lo mucho que está en juego cuando salimos a la ruta, especialmente si llevamos a menores en el coche.