La reconfiguración de zonas de flujo magnético negativo a gran escala en el límite nucleo-manto terrestre bajo Canadá y Siberia determina en gran medida la errante deriva acelerada los últimos años del polo norte magnético, cuyas coordenadas son cruciales para los sistemas de navegación y cuyo modelo ha tenido que ser revisado de forma anticipada por esta causa.
Es la conclusión de un trabajo publicado en Nature Geoscience por un equipo de investigadores de la Universidad de Leeds.
"El modelado localizado muestra que el alargamiento del lóbulo canadiense, probablemente causado por una alteración en el patrón del flujo central entre 1970 y 1999, debilitó sustancialmente su firma en la superficie de la Tierra, haciendo que el polo se acelere hacia Siberia", explican en su artículo los investigadores, liderados por el profesor Philip W. Livermore, de la School of Earth and Environment en Leeds.
De acuerdo con el estudio, una gama de modelos simples que capturan este proceso indican que durante la próxima década el polo norte magnético continuará en su trayectoria actual, viajando otros 390-660 kilómetros hacia Siberia. Livermore y sus colegas se apoyaron en los datos adquiridos por los satélites Swarm de la Agencia Espacial Europea.
El movimiento errante del polo norte magnético de la Tierra, la ubicación donde el campo magnético apunta verticalmente hacia abajo, ha sido durante mucho tiempo un tema de fascinación científica. Desde las primeras mediciones in situ en 1831 de su ubicación en el Ártico canadiense, el polo se ha desplazado inexorablemente hacia Siberia, acelerando entre 1990 y 2005 desde su velocidad histórica de 0-15 km año a su velocidad actual de 50-60 km año.
A finales de octubre de 2017, el polo norte magnético cruzó la línea de fecha internacional, pasó a 390 km del polo geográfico y ahora se mueve hacia el sur, dirección Siberia. A principios de 2019, este errante comportamiento del polo norte magnético obligó a actualizar antes de lo previsto el modelo que ayuda a la navegación global.