Redondeando un gran resultado, el déficit primario cayó un impresionante 65,0% anual real y acumula 2,2% del PBI en 12 meses, mientras el déficit fiscal suma 4,6% del PBI. Con este resultado, el déficit primario relevante para el seguimiento de las metas acordadas con el FMI acumula apenas 1,3% del PBI en 10 meses y supera ampliamente el objetivo anual de 2,7%. De esta manera, estos números dejan a Argentina en una muy cómoda posición para cumplir su objetivo fiscal.
Los analistas de Grupo SBS remarcan que, "sobre esta base, esperamos que el déficit primario finalice en 2,25% del PBI (incluyendo el PIP), con espacio para adelantar gastos de 2019". Aun así, desde la compañía muestran cierto escepticismo sobre la posibilidad de alcanzar el equilibrio fiscal en 2019. "Más allá de un buen desempeño en 2018, esta dinámica fiscal favorable no alcanzaría para llegar al déficit cero el año que viene, ya que tres factores que este año jugaron a favor se transformarían en vientos de frente"
Por un lado, desde Grupo SBS sostuvieron que las rentas de la propiedad redujeron el déficit primario en 0,5% del PBI desde diciembre, aunque detrás de esto se esconde una holgada posición de depósitos del Tesoro devengando tasas de interés muy elevadas. En segundo lugar, la indexación del gasto social funcionó como un viento de cola este año pero por la menor inflación agregaría 0,5% del PBI al gasto primario en 2019. Por último, la dinámica de los subsidios energéticos sugiere que los efectos de la depreciación habrían tornado insuficientes los aumentos de tarifas de este año, demandando nuevas subas.
"A la luz de estos factores, y a la espera de un mayor impacto de la recesión, mantenemos nuestra proyección para el déficit primario de 2019 en 0,5% del PBI y remarcamos que para alcanzar la meta fiscal habrá que atacar componentes inflexibles del gasto. Más adelante, habrá que hacer alguna reforma estructural que actúe sobre el gasto previsional", destacaron.