Para ello, intentan dietas, ejercicios, cremas y otras posibles soluciones, pero a veces no resultan o los resultados son temporarios. El Dr. Marcelo Suárez, experto en Medicina Interna, propone cambiar el enfoque, entendiendo que hay que apuntar a bajar de peso graso y mantenerlo en el tiempo a partir de un plan integral, que dependerá de conductas que van mucho más allá de la comida.
La obesidad (exceso e inflamación del tejido graso), es un problema que va en aumento a nivel global, y como indica la Organización Mundial de la Salud, desde 1975 hasta ahora se ha triplicado la cantidad de obesos en todo el mundo. Algunos no se preocupan y no están interesados en tener valores adecuados, pero entre quienes sí quieren hacer algo al respecto está ese enorme grupo desencantado con dietas y ejercicios que poco han ayudado a resolver su situación.
Ante este panorama, el Dr. Suárez observa que “lo que debe buscarse es el descenso de peso graso y no solamente el peso de balanza, ya que la grasa es volumen, talle y perímetro”. Para dar un ejemplo explica que “un organismo con gran desarrollo muscular pesa mucho pero está lejos de ser obeso, ya que su composición corporal no traduce en la balanza un exceso de grasa sino de músculo, algo que no atenta contra la salud”, detalla.
En opinión del profesional, el problema radica en la falsa creencia de que el exceso de grasa tiene que ver solamente con el consumo excesivo de calorías: “Debemos entender que el descenso es la consecuencia, mientras que el objetivo es seguir un plan y mantenerlo diariamente. Hasta que no seamos claros con el paciente y le expliquemos en cada consulta que el sobrepeso graso es un problema multidisciplinario con aspectos psíquicos, físicos, sociales, espirituales y emocionales, seguirá habiendo desencanto y pocos casos de éxito”, afirma el profesional.
Una mirada funcional
El doctor propone abordar no solo el problema del exceso de grasa, sino también tratar muchas otras enfermedades y dolencias cotidianas, “ayudar al organismo a hacer un vuelco definitivo y mejorar la salud en todos los aspectos, y eso automáticamente, recompone la composición corporal”. Según él, la consigna inicial es empezar a cuidar el organismo en su conjunto de manera consciente, aplicando las seis conductas saludables imprescindibles que se detallan a continuación:
1) Alimentación adecuada
2) Hidratación
3) Ejercicio
4) Descanso
5) Pensamientos positivos
6) Respiración consciente.
“En mi consultorio atiendo todas las semanas a personas que llegan sin ánimo y desesperadas por haber probado muchas fórmulas para resolver problemas muy comunes, como puede ser la obesidad”, explica el profesional, y continúa: “El tema es que ´hacer dieta´ es totalmente insuficiente como tratamiento, y en algunos casos hasta contraproducente. Al paciente hay que analizarlo desde otros aspectos y ver, por ejemplo, si no puede dejar de comer, o no puede hacer ejercicio, o no tiene la constancia para adherir a un tratamiento, cuáles son las razones de esa imposibilidad. Allí estará la clave y la posible solución, por eso sostengo que el tratamiento es multidisciplinario”.
En definitiva, Súarez propone enseñar a hidratarse, a descansar, a alimentarse, a ejercitarse, a pensar positivamente y a desconectarse en momentos determinados, de manera tal de tener la base adecuada para empezar el gran cambio interno, encontrar el equilibrio propio y de esa manera asegurarse su mejor versión.