"Huecos de liquidez". Con estas tres palabras es como explican en la City porqué el Banco Central (BCRA) no puede domar el dólar.
No hay mercado como estructura y eso se debe a que no hay gente haciendo de market maker por las regulaciones que impiden a los bancos comprar dólares para poder hacer ellos de hacedores de liquidez con la propia.
“Tenemos un problema que fue en parte responsable de la corrida cambiaria de septiembre, cuando subió $ 8 de golpe. Nosotros le llamamos huecos de liquidez, vacíos por la ausencia de hacedores de mercado por la regulación del BCRA contra la tenencia de dólares de la banca”, detalló un trader.
El problema de no tener hacedores de liquidez es que en situaciones de bache, como la que está ocurriendo mientras se espera que el maíz liquide, viene un importador o un fondo del exterior para girar los dólares a Nueva York y la iliquidez hace que no tenga contraparte. En cambio, cuando hay hacedores de liquidez, el banco hace de contraparte sin pasar por mercado, estabilizando el precio y queda para el otro día vendido. Así fue siempre, hasta los momentos de estrés como los vividos a finales del 2013 y de 2018. Ahora, en todos esas circunstancias, la ausencia un hacedor de liquidez generó extrema volatilidad.
“Hoy estamos hablando de un mercado de bonos que se mantiene en volumen, pero el de MULC se redujo a la mitad porque no están los exportadores; por lo tanto, hoy el mercado de contado con liqui y del MEP pondera mucho más que en diciembre o enero”, señaló un mesadinerista.
El problema no es en sí el volumen, sino cómo está distribuido, porque se puede tener mucho volumen en una circunstancia de estrés cambiario, porque a cierto precio aparece la venta financiera y a ese valor se sienten cómodos: les cierra la posición dólares-tasa, lo que genera volumen. Lo importante, en definitiva, es cómo está comportándose la oferta, y ahí el volumen de la oferta se redujo.
“Sería importante que el Banco Central deje comprar a los bancos los dólares sobrantes y ellos dejen de emitir dinero. Con eso, luego de hablar con MAE, empezar a armar un mercado de hacedores de liquidez como tiene Rofex, de modo tal que de una operación a otra no pueda existir un salto de 50 o 60 centavos, sino de 5 centavos. Es importante que existan hacedores de liquidez, sino cuando la liquidación del campo se termine esto se puede poner feo”, vaticina Mauro Mazza, de Bull Market Brokers.
Al observar lo que pasó en estos días resulta que los grandes movimientos en el mercado de cambio se dieron con poco dinero, por ejemplo pegó un salto de $ 0,60 con u$s 8 millones y luego se negociaron en un rango de $ 0,25 unos u$s 400 millones y a la baja.
Lo que deja relativamente tranquilo al mercado es que no hay fuga por contado por liquidación, ya que tanto el CCL (el de bonos, ya que el de acciones se usa poco) como el MEP están muy arbitrados con el MULC: pasa lo mismo que con el blue, que está muy tranquilo. Eso lo que hace pensar que el problema son los bancos en MAE, que no pueden armar mercado como la gente, ya que en mercados con participantes atomizados, todo funciona. El MEP, sumando todas las plazas, mueve aproximadamente u$s 40 millones diarios, mientras el blue apenas u$s 5 millones, según estiman en las cuevas porteñas.
“El blue es mejor mercado que el MULC: acá no hay huecos, siempre tenemos liquidez si los perros no andan dando vuelta. El MULC, operativamente, es como una empresa del panel general”, describen en las mesas.
En el mercado paralelo siempre hay puntas y con una diferencia de 5 centavos nunca hubo una no cotización, salvo cuando Moreno los intervenía: esa es la diferencia que hay con el mercado único de cambios. En el blue como no ocurren estos saltos hay un mercado más sano, por eso está más bajo que oficial, a lo que debe sumarse que tampoco hay demanda en el paralelo por la recesión. Pero los saltos son propios del MULC, no de un blue sin intervención.