Horacio Corbacho (58) es uno de los 2 curas detenidos e imputados por los abusos sexuales a menores hipoacúsicos y sordomudos en el instituto religioso Antonio Próvolo (Luján de Cuyo). El otro sacerdote es el italiano Nicola Corradi (81) -cumple con prisión domiciliaria-, mientras que el listado de acusados y presos lo completan la monja japonesa Kumiko Kosaka y 3 ex administrativos de la institución y su albergue (Jorge Bordón, José Luis Ojeda y Armando Gómez).
A fines de noviembre del año pasado, los 5 hombres fueron detenidos y desde ese momento es muy poco lo que han declarado ante la Justicia -prácticamente nada-, a excepción de frases sintéticas donde niegan una y otra vez haber cometido los abusos por los que están denunciados.
Pero a primera hora de mañana Corbacho romperá ese hermetismo testimonial y comparecerá ante el fiscal Gustavo Stroppiana, a pedido de su propia defensa. Según trascendió, el religioso no responderá preguntas de la querella (quienes acompañan a las víctimas en la causa) y sólo se limitará a la requisitoria de su abogado Pablo Kletzl -también defensor de Corradi- en su declaración indagatoria.
Dentro de lo poco que ha manifestado el más joven de los curas hasta el momento, ha sido moneda corriente el argumento de que el no se encontraba en Mendoza en el momento en que las víctimas relatan haber sido atacadas por él. Sucede que hubo un lapso en el que el sacerdote fue trasladado a La Plata, y allí sostiene haber estado al momento de esgrimir su sintética defensa.
No obstante, de las 27 víctimas que han denunciado hasta el momento haber sufrido estos ataques sexuales en el Próvolo, la mayoría de ellos señala a Corbacho como el autor de los episodios más tenebrosos y atroces. De hecho, la mayoría de las víctimas mujeres lo acusa de haber sido su violador y una de ellas acusa también a la monja Kosaka de "haberla entregado" al sacerdote para que éste la someta sexualmente en su habitación.
Otra chica denuncia también que Corbacho la violó, mientras que sostiene que la monja le puso un pañal para disimular las hemorragias en sus partes íntimas.
Él mismo cura está señalado además de ser quien sentaba en su falda a varios niños, ya sea estando frente a la computadora o en el interior de un vehículo con la excusa de que les iba a enseñar a manejar.
Además, y siguiendo en lo que a la causa actual se refiere, también quedó confirmado que durante los próximos días se realizarán nuevas cámara Gesell a las víctimas.
