El presidente Mauricio Macri se vio enfrascado en las últimas horas en una sorpresiva polémica con el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, a quien acusó de no asumir responsabilidades y echarle la culpa a la Nación.
“Lamentablemente nosotros hemos tenido una muy buena actitud, pero hasta ahora el gobierno de la provincia ha tenido poca vocación de coordinar y trabajar en conjunto. Siento que, en vez de buscar trabajar en equipo, ellos prefieren no asumir responsabilidades y echarle la culpa al gobierno nacional”, disparó Macri contra la administración socialista.
“Estoy sorprendido. Es una expresión desafortunada, una de las tantas que viene teniendo el Presidente”, atinó a decir Lifschitz.
Sin embargo, en la Casa Rosada dan forma a la sorpresiva ofensiva de Macri contra el gobernador santafesino: “Lifschitz viene acá y nos llena de elogios acerca de lo diferente que es ahora el trato con las provincias, que nunca vinieron tantas veces en tan poco tiempo y que los fondos que necesitan están. Pero cruza San Nicolás (para volver a Santa Fe) y nos mata a críticas, hablando permanentemente mal del Gobierno”.
Los colaboradores del Jefe del Estado describen que “una, dos hasta tres veces, el Presidente lo banca, pero mas no y eso es lo que pasó”.
Por eso no fue casual que los dardos del mandatario hacia Lifschitz se hayan vertido en el canal Tres de Rosario.
En el oficialismo sostienen que cumplieron con creces con el envío a Santa Fe de obra pública y aluden a cuestiones políticas esa constante diferenciación: “No entendemos la sobreactuación del gobernador de Santa Fe. Una cosa es en época de campaña pero ahora, donde todos debemos gestionar, no se entiende”.
Fuentes del Pro de Santa Fe señalaron que “el Socialismo tiene mas de kirchnerismo que del Socialismo de otra época. El problema del narcotráfico no es casual”.
En ese marco, el socialismo con epicentro en Santa Fe, también debe padecer una divorcio express por parte del radicalismo. Tanto el jefe de la UCR, José Corral, como su antecesor que todavía mueve los hilos del radicalismo Ernesto Sanz, sostienen que el partido integrará las listas de candidatos a legisladores nacionales por Santa Fe, junto al Pro en el frente Cambiemos.
Sanz ratificó que el radicalismo santafesino “se alinea” con la UCR nacional, por lo que competirá junto al Pro “como Cambiemos en todas las categorías” en las elecciones legislativas nacionales del 2017, y no con el Socialismo.
El dirigente mendocino argumentó que “pareciera una contradicción pero no lo es porque uno es un frente nacional y el otro es un frente provincial y no podemos ser incoherentes en ese sentido”.
Sanz aclaró que “en lo que hace al gobierno provincial, el radicalismo forma parte del Frente Progresista, tiene al vicegobernador de la provincia (Carlos Fascendini), a varios ministros y sostiene la marcha de ese gobierno”.
En otras instancias electorales, el socialismo y el radicalismo compitieron a nivel nacional con distintas listas y mantuvieron el Frente Progresista a nivel provincial.
En Santa Fe, en tanto, sólo habrá comicios municipales en 2017 y aún no se definió la estrategia de los socios del Frente Progresista, Cívico y Social.
Lifschitz consideró que, a su juicio, “hay dirigentes locales del Pro muy preocupados en generar fisuras al interior” del frente que reúne a socialistas y radicales,
La estrategia socialista de buscar una alianza con algún sector del peronismo, choca con la realidad del principal dirigente del PJ en esa provincia, como Omar Perotti, que actualmente es senador y no competirá en el 2017 y que tiene toda su expectativa en la elección a gobernador del 2019.
Está claro que esta ambigüedad se terminará de esclarecer en el 2019, cuando Santa Fe deba elegir a su gobernador, ya que tanto el socialismo, como la UCR y el peronismo tendrían candidatos con chances de suceder a Lifschitz, si es que el dirigente socialista no comete el error de buscar un nuevo mandato.
Nuevo encuentro con el Papa
Según informaron tanto fuentes del Vaticano como del oficialismo, está “prácticamente cerrada” la agenda del Presidente en Roma, adonde tiene previsto arribar el viernes 14 de octubre para participar de la celebración oficial del Día Mundial de la Alimentación en la sede de la FAO.
El domingo 16 de octubre será la canonización del cura Brochero, conocido como el “cura gaucho”, ceremonia que será encabezada por Francisco, en la Basílica de San Pedro.
Al día siguiente, y aunque aún restan ultimar detalles, Macri tiene previsto mantener una audiencia privada con Francisco, y que será la segunda en ocho meses, ya que ambos se reunieron en febrero pasado, en un encuentro que disparó todo tipo de especulaciones por la actitud visiblemente distante del jefe del Estado Vaticano.
Ese mismo lunes, el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, brindará una “misa de acción de gracias” también en la Basílica de San Pedro, en la que posiblemente también esté presente Macri.
Así, busca zanjarse la polémica, agudizada tras aquel encuentro de febrero, durante el que Francisco se mostró con un gesto extremadamente serio, alentando así las suposiciones de su favoritismo por el peronismo.
Sin embargo, días pasados, el Papa dijo en un reportaje al diario La Nación que consideraba a Macri “una persona noble” con quien “no” tenía “ningún problema”.
