Con una gran inversión municipal, finalizó la obra civil del nuevo Centro Verde de Guaymallén, marcando un precedente importante en materia de gestión circular de residuos. Esta fuerte apuesta responde a seguir potenciando el Plan de Reciclaje Inclusivo en un espacio propio de la comuna, de acuerdo al compromiso asumido hace tiempo de reciclar con auténtica inclusión social.
Para que quede habilitado y comience a cumplir funciones, sólo resta realizar el traslado y la colocación del equipamiento del Centro Verde actual que, desde 2019, se encuentra en un lugar alquilado, en la calle 9 de Julio al 2000 de Jesús Nazareno.
La planta se construyó en un predio con una superficie de 44.217 m², ubicado en la calle Santa Isabel S/N, entre la calle del Vivero y Profesor Mathus del distrito El Sauce. La elección del terreno respondió a la necesidad de concentrar en un mismo sector varios espacios para el funcionamiento de distintas dependencias municipales. De hecho, próximo al lugar, se encuentran el Vivero Municipal, la sede operativa de Obras por Administración y la playa de secuestro de Tránsito.
La intervención implicó dos etapas de trabajo: la primera comprendió el cierre perimetral; estacionamiento; forestación; riego; báscula para el pesaje de ingreso y egreso de camiones con carga; una garita; dos naves independientes y de aproximadamente 800 m² cada una, destinadas al procesamiento de residuos secos urbanos; un núcleo de servicio, que incluye sanitarios, duchas, vestidores y cocina comedor para el personal; y la urbanización del entorno con veredas, cunetas, puentes, esquinas y rampas.
Por su parte, la segunda contempló el bloque administrativo y un salón de usos múltiples (SUM). A esto se sumó el acceso principal vehicular y peatonal por Santa Isabel, jerarquizado con tótems de hormigón visto que identificarán y otorgarán carácter al lugar; un acceso secundario o de servicio por la calle norte; más bancos, papeleros y luminarias con tecnología LED. Es importante mencionar que, dado el perfil sustentable del proyecto, se utilizaron materiales en seco con baja huella de carbono, de poco mantenimiento y de alta resistencia. Estos, a diferencia de los considerados tradicionales, reducen el consumo de agua y de energía durante la construcción.
Otro detalle a tener en cuenta es que se procuró mantener la arboleda de eucaliptos localizada hacia el oeste del predio y recuperar los forestales de la misma especie en el interior. Esto permitió la creación de un espacio verde, conjuntamente con la huerta proyectada en el área central, sobre el que giran y miran los edificios.
Cabe destacar que, además de la infraestructura de vanguardia, actualmente el municipio dispone del equipamiento requerido para el reciclaje: 4 camiones, 2 cintas transportadoras, 2 enfardadoras, 2 autoelevadores, básculas de pesaje, insumos y acompañamiento técnico del proceso.
Qué es reciclar con inclusión
Cada vez resulta más crucial comprender la importancia de hacerse responsable de los residuos que uno genera. Ese, que es el puntapié inicial de todo lo que el ambiente necesita, puede resumirse, en una palabra: conciencia.
Dicho esto, y para entender todo lo que implica el reciclaje inclusivo, hay que empezar por sus dos términos principales. “Reciclaje” alude al proceso por el que un producto ya utilizado, destinado en principio al desecho, se somete a un tratamiento para obtener una nueva materia prima o producto. De esta forma, vuelve a introducirse en el ciclo de vida útil. Entre los beneficios se pueden mencionar: mejor uso de los recursos naturales, reducción del impacto ambiental por los hábitos de consumo y creación de empleos verdes que contribuyen a la regeneración ambiental. Cuando se dice que un residuo es potencialmente reciclable significa que con una correcta separación en origen puede recuperarse óptimamente. Cuando se mezclan, no sólo se pierde este potencial sino también la oportunidad de dignificar el trabajo de los recuperadores urbanos. No es lo mismo recibir residuos reciclables secos y limpios que recibir basura. Y es justo en ese punto que se vincula con el otro concepto: inclusión social. Los recuperadores urbanos encuentran su sustento económico en el reciclaje y ven dignificada y reconocida su labor a través de la vinculación con vecinos y comercios. Dejar de trabajar en la informalidad y comenzar a hacerlo en condiciones dignas y sin riesgos, les permite transmitir un mensaje sencillo, pero con una gran historia detrás: vienen de una lucha, de recuperar material de las calles y/o basurales a cielo abierto para sostener a sus familias.
En base a estas nociones, desde 2019 y en forma progresiva, el municipio lleva adelante su Plan de Reciclaje Inclusivo. Lo hace junto a la cooperativa de recuperadores urbanos y a las empresas adheridas, a lo que se suma el aporte de la comunidad en general. Concretamente, implica la recolección diferenciada de los residuos reciclables domiciliarios separados en origen. Estos materiales son recolectados por los recuperadores urbanos dentro de las rutas diferenciadas (“puerta a puerta”) que se realizan en torno a los puntos verdes o por el acopio en los sitios de recepción habilitados. Luego, son transportados al Centro Verde, donde se clasifican, se enfardan y se comercializan a través de la cooperativa. En cifras, actualmente, 35 barrios separan sus residuos reciclables; hay más 100 empresas que se han comprometido entendiendo el valor que aportan; y más de 80 recuperadores urbanos se han sumado paulatinamente al proyecto. Como resultado, mensualmente, se están reciclando alrededor de 120 toneladas de materiales.
El plan, que ha sido reconocido a nivel local y nacional como modelo, continuará su proceso de crecimiento brindando el servicio a más vecinos e incorporando a aquellos trabajadores que aún se mantienen en la informalidad.
Para más información, los interesados pueden comunicarse al 4498235, enviar un mail a ambiente.energiaαguaymallen.gob.ar o ingresar a https://residuosreciclables.guaymallen.gob.ar/
