Viernes 13: las cosas qué no hay que hacer hoy para espantar la mala suerte

Esta fecha está asociada a la desgracia, motivo por el que muchas personas prefieren ser cuidadosas en sus actividades.

Viernes 13: las cosas qué no hay que hacer hoy para espantar la mala suerte
Esto es lo que no hay que hacer, para no llamar a la mala suerte.

Son muchas las personas que temen hacer sus rutinas cada vez que el calendario marca un nuevo viernes 13. Esta vez, la “maldita” fecha cayó en la segunda semana de septiembre. Pero ¿qué hay de cierto en todas estas creencias?

Si bien este viernes 13 - y todos los otros- está relacionado directamente un día de malos augurios, hay muchos que toman este día para contrarrestar el mito y lo llenan de buenos presagios, desafiando las leyes.

Esto es lo que no hay que hacer, para no llamar a la mala suerte.
Esto es lo que no hay que hacer, para no llamar a la mala suerte.

Pero, más allá de esto, comúnmente se trata de no tomar grandes decisiones por temor a que algo pueda salir mal, y en el caso de que esto pase, no tener la responsabilidad por haber seleccionado este día del año.

Qué no hay que hacer un viernes 13

La realidad es que la mayor cantidad de acciones negativas y “prohibidas” en la cultura, son parte de los martes 13, pero por diferentes motivos, se adoptaron también para los viernes.

Casarse un martes 13, tomar grandes decisiones amorosas o financieras, viajar y mudarse no es de buen gusto tampoco para los analistas y la astrología, donde este número refiere a la muerte y desgracia eterna, cuya carta es conocida como La carta sin nombre.

Esto es lo que no hay que hacer, para no llamar a la mala suerte.
Esto es lo que no hay que hacer, para no llamar a la mala suerte.

Sin embargo, se suele decir que hay varias formas para evitar tener mala suerte en el día a día, indiferente si fuera lunes, martes, o viernes. Es más un método de tener buenos momentos en cualquier momento.

Según estas creencias, una buena forma de empezar el día es no pisar primero con el pie izquierdo. A partir de ahí, hay que evitar algunas acciones como cruzarse con un gato negro, pasar por debajo de una escalera, romper un espejo, derramar la sal sobre la mesa o abrir un paraguas dentro de casa.

Es solo cuestión de vivir a pleno y en el caso de haber hecho estas acciones negativas, saber que los infortunios no son culpa de uno, si no un presagio del destino.

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