Un hecho que casi termina en tragedia ocurrió este jueves en la ciudad rusa de Vladivostok, cuando un hombre salvó su vida de milagro al caer una placa de hormigón desde el techo de un edificio de nueve pisos que impactó sobre su automóvil estacionado frente a la entrada.
El suceso ocurrió en medio de intensos vientos y lluvias heladas, cuando el dueño del vehículo quitaba la nieve acumulada en el parabrisas. El sujeto evitó morir aplastado apartándose en el último instante.
A pesar de haberse quedado sin vehículo, el automovilista pareció tomarse la situación con buen humor y fue fotografiado sonriendo y bebiendo una cerveza apoyado sobre el capó.