Sorprendente. Esa es la palabra para describir el embarazo de una tiktoker que decidió mostrar su panza poco inflada y casi plana (32 semanas de gestación) con sus usuarios de la red social.
Brooke Barclay explicó la razón de esta situación y es más común de lo que parece: tiene un útero inclinado. La situación no le afecta en absoluto y todo afecta debidamente, con las habituales “náuseas matinales, el dolor de espalda y la acidez estomacal” como cualquier futura mamá.
A sus 20 semanas de embarazo, la joven, que ya tiene otro hijo, contó en sus redes la buena noticia y muchos usuarios dudaron, e incluso señalaron que se lo inventaba para llamar la atención. “La gente piensa que me invento el embarazo”, comentaba al medio.
La inclinación hacia atrás del útero es, sin embargo, un caso del todo natural: “Eso es completamente normal y por eso hay algunas mujeres que no saben que están embarazadas hasta el momento del parto. No afecta absolutamente en nada al bebé”.
El útero inclinado hacia atrás es una variación anatómica normal que se da en una de cada cuatro casos. En el pasado, los médicos pensaban que podría ser una causa de la infertilidad pero los expertos han demostrado no afecta a la capacidad del espermatozoide para llegar al óvulo. Puede existir un útero muy inclinado por la formación de tejidos cicatriciales a raíz de situaciones como la endometriosis, una infección o cirugía previa.
“Nos alegró mucho saber que estaba embarazada otra vez, ya que, durante dos meses, habíamos estado intentando tener otro hijo”, comentaba Brooke, quien ha continuado subiendo contenido sobre la evolución de su pequeña tripita en estos días.
