En la ciudad de La Falda, Córdoba, un inusual compañero se ganó el corazón de los recolectores de residuos locales y se convirtió en una presencia constante en su rutina diaria. Se trata de Bujía, un perro que adoptó a los trabajadores de la recolección de basura como su manada.
A la hora en que el camión de basura sale a las calles de La Falda, Bujía, que vive en la terminal de ómnibus, está listo para unirse a la tripulación. Según contó un trabajador a Todo Córdoba: “Ya conoce los autos de los recolectores y cuando pasan corre hasta el corralón”. Allí, los recolectores “le colocan un chaleco y los sigue en todo el recorrido”.
Videos que muestran a Bujía siguiendo a los recolectores en medio de la calle se han vuelto virales en las redes sociales. En algunas filmaciones, se puede ver al valiente perro alcanzando una bolsa de basura con la boca y depositándola en la tolva del camión.
El chofer del camión de recolección explicó que Bujía a veces viaja en el asiento del acompañante, compartiendo el espacio con el conductor, mientras que en otros tramos del recorrido, corre al lado de los recolectores. Según el conductor, “Nos empezó a seguir hace como un año en el camión. Mis compañeros lo cuidaron, le damos de comer, hay vecinos que le dan agua y hace todo el recorrido”.
Incluso hubo intentos de algunos recolectores de llevarse a Bujía a sus hogares para adoptarlo, pero el leal canino siempre regresaba al corralón de residuos, donde se siente en casa y es apreciado por su compañerismo y su devoción.