Todos los días Walter Fortino debía caminar durante horas a su trabajo, el restaurante Don Florencio en San Martin de Los Andes, ya que no hay colectivos nocturnos en la ciudad. Es por ello que los trabajadores del local decidieron tener un gran gesto con su compañero y juntaron todas las propinas generadas en la temporada de verano para comprarle una moto.
El hombre recorría 7 Kilómetros ida y lo mismo a la vuelta cada jornada laboral, a veces en bicicleta, pero la mayoría simplemente caminando. La historia del cocinero del restaurante la contó Graciela, a través de su cuenta en Twitter y rápidamente se viralizó, con palabras emotivas de todos los usuarios de la red social.
Se termino la temporada en el sur del país y era el cumpleaños de Walter por eso sus compañeros de local, lo saludaron, le trajeron una torta y un regalo especial: una moto para que pueda movilizarse todos los días. En el emocionante video subido por su mujer se ven aplausos, abrazos, risas y gritos para el momento tan esperado.
Fortino recorría 14 kilómetros todos los días, bajo cualquier condición climática y en horarios difíciles para cualquier ser humano. Es por eso que sus amigos llevaron adelante una acción que tiene mucho de solidaridad y esfuerzo compartido. El momento más fuerte que se puede ver en la publicación es el de la sorpresa por parte de este trabajador.
Gestos que emocionan
En la publicación de Twitter, la mujer de Walter contó más detalles del emotivo regalo: “Llegó a la casa, me mostró el casco y dije qué bien, más protección para andar en bici. Me dijo que saliera, vi la moto y nos largamos a llorar”.
El acto por parte de sus compañeros tuvo miles de replicas, en el posteo de Graciela, agradeciendo saludando y reconociendo el gran esfuerzo de los compañeros de este hombre e incluso, muchos ya invitan a visitar el restaurante para conocer al cocinero y sus colegas.
No es el único caso solidario
Una nena de cinco años llamada Sunshine Oelfke tuvo un hermoso acto de solidaridad. A su cortísima edad consiguió recaudar alrededor de 1000 dólares para que sus compañeros del jardín, cuyas familias tienen problemas económicos, puedan tomar leche durante la merienda.
¿Cómo se le ocurrió esta iniciativa? A principios de octubre, en la escuela la pequeña, se dio cuenta que uno de sus compañeros no había traído leche para la merienda porque sus padres no podían pagarlo. Ante esta situación, la pequeña llegó a su casa, rompió su alcancía y empezó a contar todos sus ahorros para poder dárselos a ese nene.
Sin embargo, luego se percató que ese chico no era el único en esa situación. De los 20 niños en la clase de Sunshine, la mitad tampoco podían pagar su merienda. Por eso, juntó todo su dinero, 30 dólares, y se lo entregó a su profesora, Rita Hausher.