Cualquier duda es buena para cambiar de vida, y Joan McDonald lo demuestra con los resultados de sus nuevos hábitos de vida. Esta mujer de 73 años tenía sobrepeso y, tras una crisis matrimonial, cayó en una depresión, pero con esfuerzo y tiempo consiguió superarlo y dejar de usar la medicación que tomaba hasta entonces.
Cuando tenía 70 años, pesaba 90 kilos y tomaba pastillas para su colesterol, hipertensión y artritis. “El médico me dijo que debía medicarme aún más para tratar la tensión alta y la enfermedad renal que padecía”, explicó a los medios.
Pero entonces, su hija Michelle se puso en serio con ella: o el hospital o el gimnasio. De este modo, ambas comenzaron a entrenarse y ahora, a sus 73 años, esta mujer ha conseguido increíbles logros.
“¡Mi madre es una bestia!”, comentó su hija. En tres años y medio ha conseguido llegar a 60 kilos y ponerse en forma gracias a comer cinco veces al día, añadir proteínas a su dieta, dormir ocho horas, beber tres litros diarios de agua, meditar, hacer estiramientos y hacer diferentes tipos de ejercicios y cardio varias veces a la semana.
Aun así, solo tardó un año en perder 25 kilos, pero ha continuado manteniéndose en forma, tonificar su cuerpo y convertirse en toda una experta en fitness. Tiene su propio canal de YouTube y, con casi un millón de seguidores en Instagram, es toda una influencer.
“Cambiar tu vida no es tan complicado como queremos hacernos creer. Para crear cambios significativos tenemos que crear nuevos hábitos diarios. Es así, fin de la historia”, explica la anciana. “No nos podemos rendir en la línea de meta. Tenemos que aprender a querernos de verdad y continuar animándonos a crecer en la dirección correcta”.
De un plumazo mejoró su salud y dejó atrás sus malos hábitos. Pero cambió mucho más de su vida de lo que parece. “Transformarse no es perder peso. ¡Transformar tu vida puede ser mucho más!”, cuenta en Instagram y aclara que su viaje fue “largo y lento”.