En un insólito hecho de “inseguridad”, un almacén de barrio en Capitán Bermúdez, dentro del Gran Rosario, sufrió el robo de una pastafrola, pero lo sorprendente fue que el ladrón resultó ser un perro.
El curioso episodio quedó registrado por las cámaras de seguridad del local, donde se observa cómo el can entra pacíficamente al establecimiento, examina la mercadería y elige llevarse consigo una pastafrola. Con total impunidad, el animal se retira del lugar sin prisa, con el botín en su hocico.
El dueño del comercio contó: “Me llamó la chica que trabaja en el local y me informó que supuestamente le habían sustraído una pastafrola que le había cargado recién un proveedor”. Luego, el hombre procedió a ver las cámaras de seguridad que tiene dentro de su local.
Su empleada le mandó una foto en el que aparecía la bandeja del postre sobre la vereda del almacén. “Pensé ‘encima me la comieron acá afuera, en la puerta de mi negocio’. Empiezo a revisar las cámaras hasta que veo entrar al perro y hace su trabajo. En 25 segundos se lleva la pastafrola”.
“Me la comió acá en la puerta del negocio en mi cara, los robos son comunes, pero este está perdonado”, concluyó con humor la entrevista con un medio local.
Aún se desconoce si el animal es callejero o si pertenece a algún vecino de la zona, pero lo cierto es que le hizo creer a la empleada del local que el robo lo había hecho un hombre.
El almacén, que está ubicada sobre la calle 25 de Mayo al 100, casi esquina Jujuy, había sufrido un robo días atrás cuando un mechero se llevó una botella de fernet. Ese hecho lo habían expuesto en las redes sociales y con el perro hicieron lo mismo, pero esta vez se lo tomaron con humor.