¿Pudo Guillermo Francella haber protagonizado la pegadiza publicidad de “Buenos Aires - El Cóndor - Mar del Plata”? La respuesta está en un video que se volvió viral en las últimas horas del reconocido actor interpretando la canción que fue interpretada por Norbert Degoas, un periodista, locutor, publicista y una leyenda de la radiofonía argentina en las décadas del 60 y 70.
Si uno lo ve distraído, sin leer en Twitter la descripción del clip, puede llegar a pensar que Francella hizo su versión de la publicidad de El Cóndor -una empresa de transporte de media y larga distancia-.
“Buenos Aires, El Cóndor, Mar del Plata... Mar del Plata, El Cóndor, Buenos Aires... Buenos Aires, El Cóndor, Necochea... Necochea, El Cóndor, Buenos Aires”, se repite una y otra vez mientras que el hombre que le dio vida a “Pepe Argento” baila desfachatado e histriónico de un lado a otro de la pantalla con un llamativo color rubio en el pelo.
Pero en realidad no es más que un brillante engaño logrado a partir de la tecnología Deepfake, una técnica que permite poner el rostro de una persona sobre otra y así falsificar sus gestos, haciéndonos creer que esa persona está haciendo o diciendo cosas que en realidad nunca hizo o dijo.
“Pepe Argento en la audición para la propaganda de El Cóndor, que luego haría ¡El Gran Norbert Degoas!”, se lee en el mensaje que acompaña el video creado por el usuario @deepfakesar.
Esta cuenta tomó el video original de Noberto Carredegoas -el nombre real de Degoas- y le aportó el rostro del artista para que pareciera que él también hizo su propia versión de la popular publicidad que hace algunas semanas se volvió viral por su publicación en la cuenta @RaroVHS.
La preocupación por el avance del deepfake
Los videos “deepfake” se convirtieron en el último tiempo en una nueva amenaza para la desinformación. Es que a partir de los avances de la inteligencia artificial sus resultados son cada vez más reales y sofisticados y muchos expertos señalaron su potencial para generar un nuevo tipo de desinformación, con consecuencias devastadoras.
“Un ‘deepfake’ oportuno con un guión intencionado o una serie de estos videos podrían dar vuelta una elección, encender la violencia en una ciudad preparada para la agitación social, impulsar discursos sobre supuestas atrocidades de un enemigo o exacerbar las divisiones políticas en una sociedad”, señalaron hace más de un año Chesney y Danielle Citron, profesoras de la Universidad de Maryland, en una publicación de blog para el Consejo de Relaciones Exteriores.
Mientras que Siwei Lyu, profesor de computación en la Universidad Estatal de Nueva York en Albany, señaló: “Se desdibuja la línea entre lo que es verdad y lo que es falso. Si no podemos confiar realmente en que la información sea auténtica, es mejor no tener información”.