Con la ayuda de un dron, el biólogo marino neozelandés Ryan Johnson grabó de manera inédita cómo un tiburón blanco realizaba un estratégico ataque a una ballena jorobada, antes de llevarla a las profundidades del mar para devorarla.
El tiburón aguardó aproximadamente 30 minutos a que la ballena se debilitara y entonces atacó a la cabeza con la intención de mantenerla sumergida y que no pudiera respirar. Así logró ahogarla, en una cacería que duró unos 50 minutos. “Lo hizo estratégicamente. Se aferró a su cabeza, la llevó bajo el agua y la ahogó”, sostuvo Johnson, quien agregó que “fue trágico, pero especial de ver”.
El hecho de la naturaleza fue grabado el verano pasado desde un dron en las costas de Sudáfrica y divulgado recientemente por Nat Geo para su documental “Shark vs. Whale”. El escualo, de poco más de cuatro metros, atacó sin piedad al monumental cetáceo que lo doblaba en longitud.
Este ejemplar de tiburón ya era “famoso”. En 2013, y en el marco de un estudio, había sido bautizado como “Helen” por el biólogo Johnson.
“La idea de que estaba presenciando un evento en vivo llegó lentamente cuando comencé a ver al tiburón tratando de morder la zona de la cola de la ballena. Honestamente, no calculé en ese momento que estaba presenciando un evento único”, confesó Johnson a la revista estadounidense Newsweek.
Fue después de observar la filmación cuando el hombre neozelandés se dio cuenta de que había conseguido la primera evidencia documentada de este tipo de ataque, con ahogamiento incluido, de un tiburón a una ballena.
“Escuché hablar de orcas enfrentando ballenas, pero nunca pensé que estos enormes animales podrían estar al alcance de los tiburones”, aseguró Johnson.
“En este caso, estamos hablando de uno de los depredadores más grandes del planeta que ataca y mata a una de las especies más grandes del mundo. Es fascinante que vivamos en un planeta que todavía puede sorprendernos con un encuentro de esta magnitud”, señaló el autor de las imágenes.