Cuando Cooper nació, hace ahora siete años, le diagnosticaron parálisis cerebral. El pequeño había sufrido un derrame cerebral en el útero que no se detectó en las exploraciones.
Por suerte para Cooper, sus hermanos Kiptyn y Castiel siempre están ahí para ayudar, así como también su hermana mayor Autumn, de ocho años.
Sin embargo, los pequeños no son capaces de entender por qué su hermano, con el que comparten el mismo cumpleaños, no está alcanzando los mismos hitos, por lo que lo tratan y cuidan como si fuera su hermano pequeño.