El pasado 11 de abril, Jonathan Pruitt, un trabajador del departamento de calefacción, ventilación y aire acondicionado de un shopping ubicado en Delaware, se llevó una sorpresa al descubrir que, entre los muros del edificio, estaba oculto un Burger King ‘retro’ que data de los años 80.
El restaurante lleva cerrado desde 2009, pero aún conserva toda su esencia, como si no hubiesen pasado los años por él. Los tachos de basura siguen pidiendo a los clientes que depositen los restos de comida en ellos, el suelo conserva el parqué original y las paredes aún tienen el papel pintado con dibujos y la decoración correspondiente a los años en los que se inauguró.
Pruitt compartió las imágenes en sus redes sociales y poco a poco se han ido haciendo virales, hasta tal punto de conseguir 23.698 retuits y más de 185.000 ‘me gusta’ en Twitter.
“No pensé nada de ello. La gente empezó a decirme que estaba circulando por Internet”, comenta el hombre a Today Food tras haberse hecho famoso en las redes por su publicación. “Muchos de nosotros, millennials mayores, estamos cumpliendo o acabamos de cumplir 40 años. Ver cosas de nuestra infancia despierta la alegría, sobre todo a medida que avanzamos en años”, añade.
Asimismo, el post se ha llenado de comentarios por parte de vecinos de la zona y trabajadores del centro comercial. “Ese fue literalmente mi almacén en 2019″, comenta una chica.
Las imágenes han llegado más allá de las redes y Matt Meyer, el ejecutivo del condado de New Castle, ha acudido al centro comercial para hacer una investigación profunda del hallazgo junto con el director general del centro comercial, Tom Dahlke.
“Puede que el diseño esté anticuado y que a mucha gente no le parezca bonito, pero representa una época en la que el comercio era un poco más humano. La gente se reunía sin miedo”, asegura Meyer mientras agarra una bolsa de papas fritas de la mesa.
“Me encantaría verlo convertido en un espacio retro. Estoy seguro de que la gente comería aquí”, añadió Dahlke. Aún no se sabe qué pasará con este descubrimiento, pero el director general del centro comercial no cierra puertas a que le lleguen ofertas para reabrir el espacio y convertirlo en una hamburguesería de estilo vintage digna de Stranger Things.
