En cuanto terminó la cuarentena, el fotógrafo de vida silvestre Andy Howard, de 49 años, retomó enseguida su ritmo de la vida y se dirigió a Aviemore, en las Tierras Altas de Escocia, para tomar algunas fotografías. Lo que se encontró allí no se lo podía creer ni el experimentado Andy.
El fotógrafo captó el preciso momento en que un águila pescadora descendió en picado a más de 60 km/h para capturar una desprevenida trucha bajo el agua.
Las imágenes se tomaron con una cámara GoPro atada a un ladrillo en torno a las 4 de la mañana, después de repetir suerte durante cinco días seguidos.
Andy dijo: “Durante la cuarentena tuve tiempo para pensar en imágenes que me gustaría capturar”.