Tres alumnas de la “Escuela de Creativos” Brothers, ubicada en Madrid, habían tenido una particular, así como innovadora idea, realizar una campaña publicitaria que incitara a las personas a someterse a cribados de cáncer de colon. La idea surgió de la realización de un trabajo práctico que debían hacer las estudiantes, pero alcanzó tal repercusión que muchos la hicieron pasar por real; esto llamó la atención del Ayuntamiento de Albacete, donde no se lo tomaron muy bien.
‘Albacete, caga y vete’ fue entonces el lema de una campaña ficticia que invitaba a acudir a la ciudad para hacerse cribados de cáncer de colon. Sin embargo, a pesar de ser cómico, se basaba en un modo despectivo de mencionar a la ciudad española de Albacete.
Un cribado es la realización de pruebas diagnósticas a personas, en principio sanas, para distinguir aquellas que podrían estar enfermas de las que probablemente no lo están.
La campaña que parecía adjudicarse al Ayuntamiento de Albacete, en realidad la presentaron tres alumnas en un trabajo práctico para una clase, y generó una gran polémica en esa ciudad y en toda España.
“Como todo el mundo nos conocía por este refrán decidimos convertirlo en una campaña por una buena causa. El Ayuntamiento de Albacete y la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) presentan ‘Albacete, caga y vete’, la ciudad donde mejor se caga en España”, era lo que se aseguraba en la falsa campaña.
Lo más grave del anuncio, resultó ser que utiliza las imágenes corporativas tanto del Ayuntamiento de Albacete como de la AECC (Asociación española contra el cáncer de colon).
En el spot se invitaba a ir a Albacete a “plantar un pino” o “pasar un día de mierda”; pero con un propósito: “Salvar vidas”.
“No os olvidéis que del 7 al 17 de septiembre es la feria más importante de España”, concluye el vídeo que todo el mundo elogió como una creación ingeniosa, original y resiliente, por dar vuelta un histórico refrán adverso, transformándolo en algo positivo.
Sin embargo, tanta genialidad no fue más que una idea de estas tres jóvenes innovadoras que de acuerdo a la repercusión y las condenas oficiales se habrían “pasado de la raya”, al punto que la Escuela de Creativos tuvo que salir a pedir disculpas públicas.
