Un grupo de jóvenes de Lleida, España, vivió una experiencia desafiante en un restaurante de tenedor libre llamado Haaki, donde se puede comer todo lo deseado por un precio fijo. Sin embargo, la ansiedad y la desesperación por probar todos los platos les jugó una mala pasada y terminaron con una sorpresa en la factura.
En un video compartido en TikTok, los jóvenes mostraron la mesa llena de platos de comida que no llegaron a consumir. Visiblemente preocupados, anticiparon que recibirían una multa por el desperdicio. “Lo que veis en la mesa es todo lo que nos ha sobrado, ya veremos la multa de cuánto es”, comentó uno de ellos en el video.
Finalmente, el ticket llegó y la cuenta ascendió a 181 euros, que incluía los cuatro menús de buffet libre que cada uno de los jóvenes había pedido, junto con un suplemento por los platos que no llegaron a comer. Aunque la comida no fue desperdiciada, ya que decidieron llevársela a casa en diferentes paquetes, la experiencia les dejó una lección sobre el exceso.
En las redes sociales, la reacción fue variada. Muchos usuarios criticaron la actitud de los jóvenes por no dimensionar la cantidad de comida que dejaron sin tocar, mientras que otros cuestionaron que la multa demasiado baja. Algunos sugirieron que deberían haber sido más conscientes de cuánto cuesta la comida y evitar el desperdicio.
“Ojalá le cobrarán mil por cabeza por saber cuanto cuesta la comida”, “Ser mal acostumbrado tiene precio y yo se lo hubiese doblado por graciosos”, “Pues 45 euros por persona TODO eso, no es caro”, “Me parece muy bien que les cobren porque la comida no se desperdicia de esa manera”, “Da un poco de coraje pensar en que hay personas que no tienen qué comer y luego hay otros que son así,al menos espero que os lo comierais” fueron algunos de los comentarios.