Una familia denunció que los quisieron estafar con la carta de un restaurante en Córdoba. Los comensales aseguraron que habían revisado los precios antes de pedir la comida pero cuando fueron a pagar la cuenta la suma no les daba.
Ocurrió el 12 de julio en la localidad de Casa Grande. Florencia, oriunda de la ciudad de Córdoba, relató lo que había sucedido en las redes sociales y en los diferentes medios locales.
Según explicó tras recorrer el Tatú Carrera, un emblemático zoológico, decidieron almorzar en Parrilla El Bosque. Tras analizar la carta hicieron los cálculos y pidieron el almuerzo.
Cuando pidieron la se dieron cuenta que el precio era mucho más alto de lo que habían estimado. Al revisar el ticket la mujer se dio cuenta que los precios registrados no coincidían con los que habían visto en el menú.
“Obvio que vimos la carta antes de sentarnos, pero los precios de la factura no coincidían con la carta y nos querían cobrar extras como $420 por agregarle crema los vídeos y $200 por la crema del flan”, contó Florencia a La Estafeta.
Según el detalle de la cuenta la familia había consumido: una porción de papas fritas a $530, dos promociones de parrilla a $1.160, dos empanadas a $260, un agua y una gaseosa a $940, una cerveza de litro $820, dos milanesas a la napolitana con papas fritas $2.020, un plato de tallarines con crema a 950, un flan mixto a $462 bombón helado a 620 puntos el precio final era de $7.760.
“Nos decían que las milanesas no venían con papas, pero la carta figuraba con fritas. Más allá que el monto final era una locura, lo cierto es que había precios que no estaban especificados en la carta. Nosotros habíamos hecho un cálculo previo para pagar unos 1.200 por adulto y nos querían cobrar casi 2000”, explicó.
Cuando la familia pidió la carta nuevamente se dieron cuenta que no era la misma que habían recibido cuando llegaron al lugar.
“En plena discusión agarramos una carta, que estaba en la mesa de unos chicos que recién se sentaban, para compararla con la que nos dio el encargado. Nos dimos cuenta que tenían los precios que habíamos visto cuando llegamos a pedir la comida. Llegamos a la conclusión de que tenían dos cartas: una para cuando pedís y otra para cuando pagas”, agregó.
Tras la discusión, la familia pagó el ticket en relación a los precios que estaban en la primera carta. El total era de $5.427 una cifra de $2.333 menor a la inicial. No obstante, aseguraron que iban a hacer una denuncia ante Defensa al Consumidor.