Limpieza. Con estos ingredientes simples y pasos bien claros, podés dejar tus zapatillas como recién compradas.
La limpieza de zapatillas blancaspuede ser un verdadero dolor de cabeza, sobre todo si querés mantenerlas como nuevas sin pasarte horas fregando. En un contexto donde la moda urbana exige calzado reluciente y ropa cómoda, saber cómo lavarlas bien, sin estropear ni la tela ni tu electrodoméstico, es clave.
Por suerte, hay un método casero que funciona y que podés aplicar sin miedo.
El primer paso es preparar bien las zapas. Sacá los cordones y las plantillas, si las tienen. Esto no solo permite un lavado más profundo, sino que evita que las partes más sucias queden sin tratar. Como dicen las expertas del perfil @hogardiez: "Al quitar las trencillas, vas a ver claramente cómo están marcadas por la suciedad en cada agujero".
Después viene el secreto mejor guardado: una mezcla de agua oxigenada, detergente líquido y percarbonato blanqueador. Esta fórmula es clave para desincrustar la mugre antes del lavado en máquina. Con un cepillo de cerdas (puede ser uno de dientes viejo), frotá bien toda la superficie.
Una vez hecho eso, sumergí las zapas en un barreño con agua tibia y la mezcla mágica. Que queden bien cubiertas. También poné ahí los cordones. Dejá reposar por cinco horas. Este paso es vital para aflojar toda la suciedad.
Después del remojo, es hora de usar el lavarropas. Poné las zapas boca abajo dentro del tambor. Si tenés una bolsa de tela para lavado, mejor. Ahí podés meter los cordones también, para que no se pierdan ni queden enredados. Sumá un chorrito de detergente, un poco de percarbonato y un toque de lavandina, si tus zapas no tienen detalles de color.
Usá un ciclo suave o corto, con agua fría o templada. Al terminar, sacalas y dejalas secar al aire libre, pero en la sombra. Esto es muy importante: "Protegé las zapatillas del sol directo para que el detergente no genere manchas amarillas", aconsejan desde @hogardiez.