Un viaje “gasolero” a Italia terminó en estadía prolongada en Qatar: la particular historia de una bailarina argentina

Melisa Contreras tiene 33 años. Se fue a Europa a hacer un trámite de ciudadanía y aprovechó para viajar por varios países, incluido Qatar donde vio a la Selección Argentina. Aunque no tiene mucho dinero, asegura que “no le conviene volverse a Buenos Aires”.

Melisa llegó a Qatar el lunes 14 de noviembre. Gentileza: TN.
Melisa llegó a Qatar el lunes 14 de noviembre. Gentileza: TN.

Melisa Contreras es una joven de 33 años y es bailarina de profesión. Su vida dio un giro enorme cuando dejó nuestro país a fines de julio. La joven viajó a Italia con el objetivo de poder encontrar una partida de nacimiento para obtener la ciudadanía de ese país. La joven bailarina aún sigue fuera de nuestro país y aseguró que “no le conviene volver a Buenos Aires”.

La joven vivía desde hacía ocho años en un monoambiente propio en el barrio porteño de Recoleta. Antes de emprender su búsqueda decidió venderlo e invertir el dinero en otro departamento ubicado en Pilar. Melisa viajó a Europa con ahorros, pero sin demasiado margen para poder darse grandes lujos ni experiencias extravagantes más allá de lo previsto.

Melisa Contreras tiene 33 años y permanece en Doha luego del Mundial. Gentileza: TN.
Melisa Contreras tiene 33 años y permanece en Doha luego del Mundial. Gentileza: TN.

Cuando Melisa llegó a Europa no se esperaba que su vida fuera a cambiar completamente. La respuesta que obtuvo sobre los papeles que ella buscaba es que los papeles de su bisabuela permanecían en un archivo histórico manejado por una señora italiana que se encontraba de vacaciones y recién volvería al mes siguiente. “Primero estuve por Italia buscando la partida. Fui a todas las comunas hasta que me dieron ese dato. Después de un mes conocí a esa señora, pero me comentó que la partida allí no estaba”, contó Melisa a TN.

El problema es que al no encontrar esa partida su regreso a Buenos Aires se demoró un par de meses más. “Me fui a Francia, Países Bajos, Grecia, España, Alemania y Turquía. Me hospedaba en casas de amigos o conocidos. Comía poco”, recordó.

Luego de varias recomendaciones y sugerencias de para poder encontrar el documento, logró encontrarlo en Internet. “Para ese entonces llevaba un viaje muy gasolero. Me fui moviendo entre países sabiendo que iba a tener un lugar en donde dormir y comer. Todo cambió en Turquía”, expresó Melisa.

De la búsqueda de sus documentos a ver los siete partidos de la Selección Argentina en Qatar

Al alojarse en Estambul se dio cuenta de que estaba cerca, temporal y geográficamente, del Mundial de Qatar. “¿Cómo no iba a aprovechar la oportunidad de ir a Doha estando ahí? El último Mundial de Messi... Empecé a imaginarlo y de repente no me lo quería perder”, sostuvo Melisa.

Con sus ahorros logró presenciar los siete partidos de Argentina en el Mundial. Gentileza: TN.
Con sus ahorros logró presenciar los siete partidos de Argentina en el Mundial. Gentileza: TN.

“Fui una de las primeras argentinas en llegar a Qatar. Saqué la Hayya el viernes 11 de noviembre y el lunes 14 la tenía aprobada. Ese día me tomé un avión. Me acuerdo que al día siguiente hubo un banderazo y éramos cuatro gatos locos en lugar”, expresó.

Melisa se fue de Buenos Aires a fines de julio. Gentileza: TN.
Melisa se fue de Buenos Aires a fines de julio. Gentileza: TN.

Si bien todavía contaba algo de dinero, la motivación se la dio un amigo, que durante una llamada le aseguró que él podía brindarle un departamento vacío, sin muebles ni electrodomésticos, en el que podía quedarse por tiempo indefinido.

“En Francia e Italia había trabajado en la calle, a la gorra, con unas boleadoras haciendo malambo. En Turquía me robaron la valija en la que tenía todo eso. Pensaba hacer lo mismo en Doha, pero me quedé sin esos materiales para bailar”, indicó.

Los primeros 20 días del Mundial vivió sola en el departamento. Si bien disfrutó cada partido de la fase de grupos y las posteriores clasificaciones de Argentina, la soledad comenzó a jugarle una mala pasada. “Un mediodía salí al balcón y vi a una familia comiendo un asado. Ese día me puse a llorar”, recordó la joven.

Melisa, además de utilizar su dinero para poder ingresar a los estadios, debió apostar a las relaciones y los vínculos que iba forjando mientras la competencia avanzaba: “Un amigo me regaló la entrada para Argentina-México. Después conocí un estadounidense que me vendió, a precio oficial, la de Argentina-Polonia. Estuve en cada grupo de WhatsApp que se formaba para no perderme nada de lo que pasaba”, contó.

La joven bailarina aseguró que llegó a “comer una vez por día” y que aceptó trabajar en una de las fiestas más concurridas de Qatar para aliviar el bolsillo durante algunos días. “Con esa plata también compré una de las últimas entradas”, reconoció.

La bailarina quiere regresar al país cuando termine de tramitar la ciudadanía italiana. Gentileza: TN.
La bailarina quiere regresar al país cuando termine de tramitar la ciudadanía italiana. Gentileza: TN.

A pocos días de que el Mundial llegara a su fin, Melisa recibió una noticia inesperada: debía dejar el departamento y buscarse un nuevo hogar. “Literalmente no tenía dónde dormir. Había conocido unos chicos en la cancha, hinchas de Huracán, que pensaban que yo era la nieta de Tula, porque estuve todo un partido al lado de él. Un día uno de ellos me encontró llorando y les dije que estaba sin hospedaje, así que me bancaron unos días hasta conseguir un nuevo lugar”, continuó.

“Extraño mucho, pero no me conviene volver a Buenos Aires”

Actualmente, Melisa se encuentra viviendo en Doha desde que finalizó la Copa del Mundo. Es una de las hinchas sobrevivientes de un Mundial que finalizó hacen 3 meses y que prácticamente no cuenta con hinchas que hayan viajado hasta allí para alentar a alguna Selección.

“Estoy viviendo en otra casa prestada, esperando que bajen los precios de los pasajes para volver a Italia y culminar con el trámite de la ciudadanía. Extraño mucho, pero no me conviene volver a Buenos Aires porque después no me va a alcanzar para regresar a Europa”, explicó.

Según los cálculos que ella pudo sacar, para retornar desde Europa a su casa requerirá de una inversión de US$1500. “No puedo volver a pagar ese pasaje si tengo que regresar a Italia. Estoy pagando un departamento y me falta bastante para saldarlo”, expresó Melisa.

“Mi papá y mi mamá son docentes, tengo una hermana, una familia de laburantes. Los extraño mucho y me dolió un montón pasar mi primera Navidad lejos de ellos. Si fuese por mí, regresaría en Año Nuevo, pero una vez que consiga la ciudadanía les va a servir a ellos también”, finalizó.

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