Cuando planeamos una cena romántica buscamos un ambiente tranquilo, quizás música para acompañar, una buena atención y, para finalizar, una comida digna. Todo esto, de ser posible, cuando haga buena temperatura y un cielo despejado. En definitiva, la perfección. Pero, hay cosas que no se pueden controlar.
Este es el caso de lo que les pasó a los dueños de un resto en España cuando se encontraron con una queja muy singular por la experiencia que ofrecian. Todo comenzó cuando un cliente les escribió, muy enojado, un mensaje explicando que habían tenido un problema en la cena.
“En las imágenes que has enviado salían parejas en un entorno idílico y romántico”, comenzaba el cliente. Ante el mensaje, el dueño del local explicaba todos los puntos positivos del lugar, ya que no entendía en qué “habían fallado”. Pero, ni la atención, ni la comida habían sido el problema.
“En las imágenes sale una luna llena que brilla de lo redonda que es. La noche que fuimos estaba muy baja, a la mitad. No había luna llena redonda ni en el cielo arriba”, se quejaba muy ofendido quien enviaba los mensajes.
El encargado del negocio no podía creerse lo que estaba leyendo. Por ello, y con cierta ironía, empezó a explicar cómo funcionaban las fases de la luna: “No depende de nuestro pequeño negocio. Nos gustaría tener una enorme luna llena en el cielo, eternamente, pero eso no depende de nosotros como comprenderás”.
Sin embargo, esta noticia no pareció hacerle muy gracia al cliente, y propuso una manera de evitar problemas: “Entonces abrid solo las noches de luna llena y el resto cerrad. O avisad en un cartel que no siempre hay luna llena para no estafar a los clientes”.
“Tú me estás vacilando, ¿Verdad?”, llegó a preguntar el responsable del local, a lo que le respondieron, “cuando recibas mi hoja de reclamaciones, ya verás si vacilo o no”.
El tuit original, publicado por Soy Camarero, cuenta ya con más de dos millones de reproducciones y cientos de comentarios “flipando” ante la conversación: “La gente está muy mal”.