Leo Turkawa es un niño de apenas 11 años, que ama por sobre todas las cosas, los dinosaurios. En su tiempo libre le gusta armar dinosaurios de plastilina con todos los detalles. Este amor por los animales extintos y por el arte de crear, lo llevaron recientemente a combinar su pasión y el arte para crear su propio emprendimiento.
El niño es oriundo de Parra de la Fuente, en México. Leo, con ayuda de sus padres, decidió vender las pequeñas esculturas de dinosaurios que hacía para poder seguir creando y obtener plata a cambio. El padre del niño, Raúl, lo ayudó con la primera comercialización.
A través de Facebook, Raúl Tarkawa, compartió el emprendimiento de su pequeño, el cual tuvo muchísima repercusión y apoyo de amigos y familiares. En apenas unas horas Leo ya había agotado su stock debido a tantos encargos que le hicieron. Todos los seguidores lo apoyaron y le desearon éxito.
“A toda la gente de este bello pueblo. Nuestro hijo está vendiendo dinosaurios de plastilina. Para los que no lo conocen es su pasión y talento y en esta ocasión su negocio. El que guste apoyar. Cuestan a solo $50 (pesos mexicanos) y lo llevamos a domicilio. No importa hasta donde sea. Al entregarle la pieza él le dará una explicación de qué dinosaurio se le está vendiendo, la época en la que vivió y de que se alimentaba. Saludos y que tengan buena noche”, fue lo que escribió el padre en su publicación.
Las piezas llaman la atención no solo por sus colores brillantes y su originalidad, sino también por lo cuidadoso que ha sido el niño en los detalles de las figuras. Es que Leo se ha preocupado por tratar de hacerlo lo más perfecto posible: los ojos, las líneas, las patas, la piel, todo. Además el niño ofrece una clase gratis sobre el dinosaurio que compres, un combo perfecto que solo cuesta $50 mexicanos que serían $300 argentinos.