El martes pasado Federico Marchetti, portero del Genoa, fue noticia y no por su increíble actuación con su equipo, ni por tapar un penal en el último minuto, sino porque llevo su exclusivo Ferrari 812 Superfast a un túnel de lavado y cuando volvió a buscarlo era casi un acordeón.
El arquero del conjunto de la primera división de Italia, se ha tomado razonablemente bien un incidente que haría enfurecer a prácticamente cualquier persona del mundo, incluso si el vehículo superdeportivo no tuviera un precio de casi medio millón de euros.
El arquero del conjunto italiano dejó su exclusivo Ferrari 812 Superfast, auto de lujo que además recibió personalizado por la exclusiva marca, en un túnel de lavado al lado de la ciudad deportiva del conjunto de Liguria. En lugar de llevarlo él mismo, se lo dejó a uno de los empleados del lugar, y ahí comienza la historia.
Este empleado perdió el control del superdeportivo de 800 CV (es el coche de calle más potente fabricado por la marca del caballo) y se estrelló contra otros coches que estaban estacionados y contra la barrera de protección. El increíble bólido, como se ve en las fotos y vídeos que enseguida se han hecho virales, quedó destrozado.
Pese a que los daños son evidentes, Marchetti se lo tomó con tranquilidad y tras viralizarse las imágenes, compartió en instagram una foto sonriente en la que afirma que, al menos, no hubo daños personales.
“Lamento mucho lo que pasó, gracias a Dios, nadie resultó herido y esta es la noticia más importante”, se resignó.