Salta se encuentra conmocionada por estas horas tras escuchar el relato de un campesino que asegura haber visto una extraña criatura que solo era descripta como un ser mítico, que merodeaba la zona y que solo es comparable con seres como el chupacabras o similares.
Se trata de una bestia peluda que parece ser el resultado de la cruza de un enorme oso y un mono. Dicho ser es denominado popularmente como ‘ucumar’ y según el testimonio del trabajador todo comenzó cuando se encontraba en un campo haciendo labores de siembra en compañía de sus perros.
El hecho ocurrió el pasado martes 12 de abril en la zona del Pasteadero Chico, cerca de la ciudad salteña de Metán. En medio de las tareas agrícolas, el hombre notó que sus perros ladraban en dirección de un terreno colindante. Sin dudarlo, se desplazó al sitio para determinar el motivo del alboroto.
“Agarré mi linterna y me fui hacia ese sector, en medio de una oscuridad total. Los perros estaban asustados y regresaron de inmediato. Cuando alumbré hacia adelante quedé completamente aterrado porque ahí estaba esa cosa, era como un gorila grande, peludo y color oscuro”, narró el protagonista a El Tribuno.
“Iba caminando a paso lento, era muy robusto, miró hacia donde yo estaba y ahí le vi los ojos rojos. Luego se metió al monte”, agregó.
El testigo de la criatura aseguró que “Sé que hay todo tipo de comentarios y bromas, pero yo jamás mentiría. Yo le aseguro que he visto a esa bestia peluda, como un mono grande, de unos 1,70 metros de altura”. Sin embargo su relato se viralizó rápidamente.
Qué es el ‘ucumar’
El Ucumar, también conocido como Ucumari, Ucumare u hombre oso, es un mítico animal salvaje con ligeros rasgos humanoides, manos y pies muy grandes y cuerpo enteramente cubierto de pelos, larga barba y frente angosta.
En las narraciones populares, esta bestia peluda ha sido descripto en nuestro país pero también en Bolivia y Perú con el agregado de que se lo acusa de ser responsable del rapto de mujeres y niños.
También aseguran que vive en cuevas, en el fondo de las quebradas y merodea ríos y vertientes en los que se baña por lo que resulta “fácil” identificar allí sus pisadas, similares a las de un oso tal como lo detalla Perfil.