Antonio Miranda denuncia que ganó $100 millones tras jugar en una máquina tragamonedas de un reconocido casino de Río Gallegos. El establecimiento se niega a pagarle al afirmar que se trató de un “desperfecto”. A partir de la difusión del caso, otras personas aseguraron encontrarse en la misma situación y exigen que se les abonen los premios adeudados.
En diálogo con La Opinión Austral, Miranda contó que se hizo acreedor del monto el jueves pasado, cuando apostó $6000 en el Casino Club de la capital provincial. Luego de jugar durante media hora en una máquina tragamonedas que suele utilizar, se sorprendió al ver que acababa de ganar la millonaria suma, que en un primer momento fue reconocida por los empleados.
“Vino uno de los asistentes de sala a felicitarme e iban a traer los papeles para tomar los datos”, relató el albañil. Sin embargo, señaló que momentos después la situación cambió drásticamente con la llegada de la jefa de la sala. “La mujer vino y me dijo que no era válido y me apagó la máquina”, aseveró y agregó: “Como si fuera poco, me maltrató diciéndome que era deshonesto al querer cobrar esa plata. Me dijo: ‘Esto no lo va a poder cobrar porque no es válido, la máquina tiene un desperfecto’”.
Incrédulo ante el argumento de la empleada, el hombre pidió elevar su reclamo a las autoridades del establecimiento, pero afirmó que “nadie le contestó”. Ante esta situación, ese mismo día buscó asesoramiento legal y junto a dos abogados se presentó en la Comisaría Seccional Primera para hacer la denuncia, que un día más tarde hizo extensiva a Defensa al Consumidor.
Pruebas del premio
Testigos de lo ocurrido convalidaron la versión del albañil y afirmaron que cuando este ganó el premio la máquina se bloqueó y empezó a sonar una chicharra. “Ahí se acercaron muchas personas, que incluso le han sacado fotos, tenemos testimoniales”, señaló Gustavo Insaurralde, abogado del hombre.
Por otra parte, reveló que a partir de la difusión del caso otras dos supuestas víctimas dijeron haber vivido situaciones análogas tras jugar en otra maquinita del mismo salón. Los presuntos hechos tuvieron lugar a fines de junio e involucraron montos muy inferiores a la millonaria suma que ganó el obrero. Sin embargo, darían cuenta de que el casino utiliza siempre el mismo modus operandi, detalla La Nación.
“Fue el mismo procedimiento, adujeron fallas y apagaron la máquina”, contó el letrado y agregó: “Después, les dijeron que volvieran más tarde y las personas desistieron de reclamar”. “No quisieron mediatizarlo ni nada y lo dieron por perdido, pero evidentemente al hacerse público lo de Antonio se animaron y nos contactaron”, evaluó y precisó que en ambos casos la suma obtenida fue de $250 mil.