Romina Uhrig, ex participante de Gran Hermano en Telefe, ingresó al programa con el objetivo de ganar 15 millones de pesos y asegurarles un techo a sus tres hijas.
Sin embargo, hace algunas semanas, salió a la luz la versión de que ella y su expareja, Walter Festa, estarían envueltos en una causa por un posible enriquecimiento ilícito.
En medio del escándalo, Yanina Latorre, en su programa LAM en América TV, dio precisiones sobre las dos lujosas mansiones que Festa tendría en un exclusivo barrio de Pinamar, una de las cuales pertenecería a Romina.
Según la fuente, Romina y Festa tienen dos casas en el mismo barrio, uno de los más caros de Pinamar, ubicado al lado de Costa Esmeralda. La casa de ellos tiene playa privada y motos de agua en la puerta.
La pregunta que surgió en el programa fue cómo es posible que un intendente que solo estuvo en el cargo durante un período tenga una casa de lujo en Pinamar.
El conductor del programa, Ángel de Brito, cuestionó el hecho de que la concursante haya ingresado al reality diciendo que necesita una casa para sus hijas y tenga una propiedad en el partido de La Costa.
Según revelaron en LAM, la intención de Romina era quedarse en Moreno, donde vivía con su familia y amigos, y que la casa en Pinamar es suya porque la construcción allí es mucho más barata que en otras áreas de la costa.
El periodista Tartu corroboró la información de Yanina Latorre y señaló que el barrio en cuestión se llama Villa Robles y que la encargada comercial del lugar desde hace ocho años es Jaqueline Dutra.
Según Tartu, el barrio cuenta con 80 casas, todas de lujo y algunas de hasta 600 m² en la playa. Además, dijo que había visto un helicóptero en una de las casas del barrio, lo que sugiere que los residentes tienen un alto poder adquisitivo.
