Tomás Fonzi fue uno de los actores más seguidos por los adolescentes cuando salía en “Verano del ‘98″ y en tiras diarias que lo tenía como galán. Luego se alejó de los medios y fue toda una sorpresa volver a verlo en “Masterchef Celebrity”. El artista la rompió y conocimos un montón de su intimidad.
El hermano de Dolores Fonzi llegó a la final de la tercera temporada de la competencia gastronómica y ahí presentó a su mujer Leticia Lombardo, la madre de sus dos hijos Violeta y Teo. Ellos llevan más de 15 años juntos y ahora se supo que se casaron en secreto.
Tomás reveló que dio el “Sí, quiero” en el programa radial “Agarrate Catalina” y confesó que se emocionó “hasta las lágrimas” en el momento especial vivido con su pareja desde los 20 años.
“Me casé en febrero. Fue un casamiento por civil. Hicimos un almuerzo en el Club del Progreso, que nos quedaba ahí del civil y fue nuestra gente más cercana, más querida, la familia”, reveló y con humor sumó: “Está todo legal”. Y con una cuota de seriedad agregó: “Sostengo lo que venía diciendo antes: la verdad que es apenas un trámite burocrático”.
Fonzi dijo en la nota que las fechas que se averiguaba coincidían con las grabaciones de su programa y, de haber aceptado, el plan hubiera sido distinto: “Ir con los testigos al Registro Civil, firmar, almorzar e irse a trabajar”. Pero tuvo la suerte de que la fecha que él quería, se liberó.
Qué dijo Tomás Fonzi de su casamiento secreto
En la entrevista radial, el actor confió que “no hay lazo más profundo que tener hijos con ella. Pero fue un poco celebrar nuestra historia”.
Y detalló cómo fue el itinerario de ese día tan importante: “Llegamos cada uno a los más cercanos, éramos 15 personas y nos fuimos a almorzar al Club del Progreso. Fue muy lindo”.
“Algo hay en ese momento. Había una jueza de paz, estaban nuestras familias y nuestros hijos. Ya con eso se armó ahí, un clima muy emocionante”, se sinceró y sumó: “Yo me emocioné hasta las lágrimas profundamente”.
Respecto a su noviazgo, confesó: “Nos conocemos desde los 20 años, éramos muy chicos. Fuimos y vinimos varias veces y una duró como tres años, sin saber nada el uno del otro hasta que nuestros caminos se volvieron a cruzar”.
