Lidia tiene 92 años, y su nieto Santiago Murua, 40. Ambos comparten tiempo juntos y ríen lo máximo posible. Son de Río Ceballos, Córdoba, y en las redes sociales emocionan a miles de usuarios con sus videos.
En momentos en donde la mayoría de los contenidos están repletos de filtros, efectos o mega editados, Lidia y Santiago muestran lo maravilloso de lo simple y cotidiano: el vínculo de amor entre una abuela y su nieto.
“Hace cinco o seis años atrás yo ya grababa con ella, y cuando salió TikTok publiqué un video y fue furor. Ni me lo esperaba. Ahora me levanto y tengo 5.000 mil mensajes, 3.000 nuevos seguidores por día, es una locura”, le dijo el cordobés a TN.
“La gente me reconoce en la calle y a mis hijos les da un poco de vergüenza porque ´soy el de TikTok´. Igual yo ni pincho ni corto, ella es la protagonista”, aseguró Murua.
Entre Instagram y TikTok tienen una comunidad de más de 400.000 mil seguidores, que dejan mensajes super cariñosos para los dos. “Muchos nos dicen que les hacemos pensar en sus abuelos y se emocionan por eso, o que los videos graciosos los ayudan a salir adelante en un día difícil. A mí eso me da mucho orgullo”, dijo.
La razón por la que Lidia está en la cama
Lidia vive con los padres de Santiago, que son quienes la cuidan durante las 24 horas. Ella está postrada “porque ya no tiene fuerzas para caminar” y si bien una fisioterapeuta le da ejercicios, “tiene miedo de levantarse”.
“No está enferma pero se quebró la cadera en compañía de un profesional, y ahora solo se siente segura en la pieza: su lugar es la cama, con su tele. El trabajo que hace mi mamá todos los días es increíble”, contó Santiago y aseguró: “Para nosotros es un bebé, ni locos la metemos en un geriátrico”.
Cuando va a visitarla, Murua le canta, le lleva gorros de cotillón para disfrazarse o simplemente se acuesta al lado de ella y le cuenta historias para hacerla reír.
“Cada vez que voy me pregunta qué saluditos hay para ella. Es todo, mi abuela es lo más. No sé qué voy a hacer cuando no la tenga, no sé qué va a pasar, no me lo quiero imaginar”, dijo con la voz entrecortada.