El nombre de Simon Leviev comenzó a circular públicamente con el estreno del documental “El estafador de Tinder”, de Netflix, pero quién es ese hombre que al parecer utilizaba la aplicación de citas para estafar mujeres.
Tinder se creó en 2011 como una nueva manera con conseguir pareja en la era digital, y con el tiempo se fue consolidando. Y más allá de que suele ser eje de discusiones por las relaciones amorosas, también lo fue como escenario de robos y hasta crímenes.
Uno de aquellos casos explotó entre las preferencias de los fans de series en un documental de casi dos horas que está narrado por Cecilie Fjellhoy, Ayleen Charlotte y Pernilla Sjoholm, tres de las mujeres que habrían sido estafadas por cientos de miles de dólares por este galán al parecer millonario.
Lo cierto es que Simon Leviev se hacía pasar por un millonario vinculado al negocio de los diamantes. El nombre original del personaje de El estafador de Tinder es Shimon Yehuda Hayu, nació en Tel Aviv en 1990 y pertenece a una familia ultraortodoxa judía, según reflejan medios como The Times of Israel y VG en Noruega, y reproduce la BBC.
Leviev, como se hacía llamar, fue acusado por primera vez de fraude en 2011 por robar y cobrar cheques de personas para las que había trabajado. Pero fiel a su estilo de engaño, pudo cruzar la frontera con Jordania con pasaporte falso y huir hacia Europa.
El modus operandi de Leviev
Luego del incidente en 2011, su estrategia fue desaparecer por unos años del radar, hasta que surgieron algunas estafas de mujeres en Finlandia en 2015 donde fue sentenciado a tres años de cárcel.
Dos años más tarde decidió regresar a su tierra y cambiar su nombre para adoptar el de Simon Leviev, con el que jamás imaginaría que se haría conocido internacionalmente a través de las pantallas. Ya con nuevo nombre, volvió a salir del país.
Leviev conocía a sus víctimas a través de Tinder, simulaba ser hijo del magnate de los diamantes Lev Leviev y las invitaba a una primera cita que las dejaba heladas porque desplegaba todo su repertorio de lujos, como encuentros en hoteles de lujo y viajes en avión.
“Fue casi como entrar en la película ‘El Truman show’, donde él muestra que tiene un guardaespaldas y que en realidad vuela en un jet privado”, explicó la directora del documental, Felicity Morris, al periódico británico The Guardian.
Sin embargo, con el pasar de los días, pasaba a la segunda parte de su plan. Les hacía creer que su vida estaba en peligro debido a la mafia de los diamantes, que lo rastreaban, que debía cerrar su cuentas y estar permanentemente custodiado y escondido. Todo, claro está, para comenzar a pedirles dinero. Y les aseguraba que a la brevedad, tras resolver sus problemas, se lo devolvería.
El fraude entraba en su tercera etapa, o mejor dicho un nuevo inicio. Con el dinero que iba recibiendo de sus víctimas, decenas y cientos de miles de dólares que las dejaban con enormes deudas impagables y créditos por pagar, impresionaba a nuevas mujeres. Y así la rueda podía volver a rodar.
De todas maneras, pese a las declaraciones y evidencias del engaño, como mensajes de WhatsApp similares y videos grabados, este hombre asegura que es inocente y continúa en libertad.
Luego de la publicación del reportaje donde se detallaba el accionar de Leviev en Noruega, el estafador trató de escapar hacia Grecia. Pero fue detenido ni bien aterrizó en su capital y extraditado a Israel. En su país natal fue condenado a 15 meses de prisión y al pago de una suma cercana a los US$ 50.000 para resarcir a sus víctimas.
“Tal vez no les gustó estar en una relación conmigo, o no les gusta la forma en que actúo. Tal vez rompí sus corazones durante el proceso”, sostuvo hasta con ironía en una entrevista con el canal 12 israelí tras quedar en libertad debido a la pandemia de coronavirus.
Y mientras existen procesos abiertos en Reino Unido, Noruega y Países Bajos, Leviev jamás dio el brazo a torce. “Nunca les saqué un dólar. Se divirtieron conmigo, viajaron y vieron el mundo con mi dinero”, destacó.