Las tazas son un elemento esencial en muchos hogares, pero cuando se rompen o ya no se usan, pueden convertirse en un problema de almacenamiento o simplemente en basura.
Sin embargo, en lugar de desecharlas, existen varias maneras creativas de reciclarlas y darles una nueva vida. Aquí te presentamos tres opciones para reutilizar esas tazas que ya no usas, incluso si se ha roto el asa.
1. Maceta para plantas pequeñas
Una de las formas más populares de reciclar una taza es convertirla en una maceta para plantas pequeñas, como suculentas o cactus. Solo necesitas hacer un pequeño agujero en la base para permitir el drenaje del agua, llenar la taza con tierra y plantar tu especie favorita.
Este uso no solo es práctico, sino que también añade un toque decorativo y personalizado a cualquier espacio. Además, si el asa de la taza se ha roto, no afecta en absoluto su función como maceta.
2. Porta velas decorativo
Otra opción es convertir la taza en un porta velas decorativo. Puedes optar por comprar cera y mechas en una tienda de manualidades, derretir la cera y verterla en la taza, colocando la mecha en el centro.
Deja que la cera se enfríe y tendrás una vela casera que, además de ser útil, aportará un toque acogedor a cualquier habitación. Esta idea es especialmente adecuada para tazas que ya no tienen asa, ya que se mantienen firmes y seguras en su lugar sin necesidad de manipulación constante.
3. Organizador de escritorio
Una tercera forma de reutilizar una taza vieja es convertirla en un organizador de escritorio. Puede usarse para almacenar lápices, bolígrafos, tijeras u otros suministros de oficina. Incluso si el asa está rota, la taza puede mantenerse estable en el escritorio y cumplir perfectamente su nueva función.
Además, puedes personalizarla pintándola o decorándola con cintas, pegatinas o cualquier otro material que tengas a mano.