Una mujer podría perder completamente la visión por tatuarse los ojos de colores. Anaya Peterson, una estudiante de derecho de Irlanda del Norte, admite que tomó la idea de una influencer oceánica conocida como “la mujer más tatuada de Australia”.
Anaya Peterson, de 34 años, es oriunda de Belfast y vive con su hija. En 2020, tras ver algunos posteos de su influencer favorita, Amber Luke, tomó la decisión de tatuar sus ojos oculares con colores. Y es que la personalidad de internet ostenta un cuerpo cubierto de tatuajes y dos llamativos ojos celestes.
Peterson, por su lado, optó por realizarse el procedimiento primero en su ojo derecho, eligiendo el mismo color que Luke. Sin embargo, meses más tarde -y confiada por las pocas dificultades que había transitado con su primer tatuaje ocular- fue un paso más allá y tatuó su ojo izquierdo de color morado.
“Solo iba a tatuarme un ojo, porque pensé que si me quedaba ciega, al menos tendría el otro. Debería haberme quedado con eso”, admitió en una entrevista con el medio Kennedy News. Incluso recordó que su hija estaba en desacuerdo con su decisión. “Mi hija me dijo que no quería que me hiciera eso y me preguntó: ‘¿Qué pasa si te quedas ciega?’, contó.
En agosto del 2021, Peterson comenzó a experimentar dificultades. Con su primer tatuaje, la mujer reconoció sentir sequedad en el globo ocular y dolor de cabeza. Pero con el segundo procedimiento su condición empeoró, ya que sus párpados comenzaron a hincharse y debió ser trasladada a un hospital en varias ocasiones por la gravedad de los síntomas. En una ocasión debió ser medicada por tres días e, incluso, debió realizarse una biopsia en su ojo izquierdo.
De acuerdo a medios internacionales, la influencer australiana atravesó una situación similar, pero pudo recuperarse. El caso de Anaya, por otro lado, fue mucho más severo, ya que podría perder la totalidad de su visión.
“Ya no tengo una visión 20/20. A la distancia no puedo ver las características de las caras. Si no me hubiera tatuado los ojos, no tendría este problema. Incluso hoy me desperté con moscas volando en mis ojos. Y eso es peligroso”, detalló al New York Post.
Durante el 2022, la joven reveló estar en recuperación, pero el temor de quedar ciega sigue latente e incluso hay posibilidades de que desarrolle cataratas. La joven ha confesado arrepentirse de los tatuajes y contó que desearía regresar el tiempo para evitar tomar esta decisión.