Mantener las estufas limpias es esencial para garantizar su funcionamiento eficiente y seguro. Si bien muchas estufas parecen estar hechas de metal, lo más probable es que estén fabricadas de acero inoxidable o hierro fundido, materiales comunes en estos electrodomésticos.
Con el tiempo, las estufas pueden acumular grasa, hollín y residuos de combustión, especialmente en la zona donde sale la llama. A continuación, te presentamos un truco para limpiar estas superficies y dejarlas impecables.
Materiales necesarios:
- Vinagre blanco: Un desinfectante natural que ayuda a descomponer la grasa.
- Bicarbonato de sodio: Actúa como un abrasivo suave que no raya las superficies.
- Cepillo de cerdas suaves o un cepillo de dientes viejo: Ideal para limpiar las áreas difíciles de alcanzar.
- Paño de microfibra: Para secar y pulir la superficie.
- Guantes de goma: Para proteger tus manos durante la limpieza.
Paso a paso para la limpieza:
- Preparación: Asegúrate de que la estufa esté completamente fría antes de comenzar la limpieza. Desconéctala de la corriente eléctrica o cierra el suministro de gas, según corresponda, para mayor seguridad.
- Limpieza de la superficie: Rocía una mezcla de partes iguales de vinagre blanco y agua sobre la superficie de la estufa. Deja actuar durante unos minutos para que el vinagre afloje la suciedad y la grasa.
- Remoción de la suciedad en la zona de la llama: Para la zona donde sale la llama, espolvorea bicarbonato de sodio directamente sobre las manchas. Luego, humedece el cepillo de cerdas suaves o el cepillo de dientes con vinagre y frota suavemente la zona. El bicarbonato de sodio ayudará a eliminar la suciedad incrustada sin dañar la superficie.
- Enjuague y secado: Limpia el bicarbonato de sodio y el vinagre con un paño húmedo. Asegúrate de eliminar todos los residuos para evitar que queden manchas. Luego, seca la superficie con un paño de microfibra para dejar un acabado brillante.
- Mantenimiento regular: Para evitar que se acumule suciedad, es recomendable limpiar la estufa al menos una vez a la semana o después de cada uso intensivo.