Luego de 35 años de servicio, una mujer decidió renunciar a su trabajo como empleada de limpieza. Sin embargo, antes de marcharse, le dejó una lapidaria carta a su ex jefe, en la cual se desahogó por su trato “agresivo y cruel”.
De acuerdo con el diario británico Mirror, esta trabajadora no tenía buena relación con el gerente del banco y no temió al escribirle todo lo que sentía y pensaba antes de pegar el portazo. En su último día le dejó una nota contundente en su escritorio, animándolo a ser más amable y a tratar a la gente con respeto.
Al parecer, antes de irse, la mujer le sacó una foto a la carta y su hijo la compartió en Twitter, donde se volvió viral. “Y esto es por lo que quiero a mi madre. Estuvo limpiando bancos durante 35 años y hoy se fue con esta bonita nota, para su horrible gerente”, escribió el chico. Y bromeó: “Feliz jubilación mamá, siempre ríes última, ¿eh?”.
Según puede verse en la publicación, la carta de la madre, comienza diciendo: “Hola señoritas, mañana va a ser mi última limpieza. Estuve preparando un balde con materiales de limpieza para la empleada que me reemplace, sea quien sea”.
Y continúa: “Dejé el trabajo (nombre del gerente) después de la forma en la que me trataste en la oficina, no fuiste más que agresivo y cruel, pero eso es un reflejo de tu carácter, no del mío”.
“Así que, de ahora en adelante, por favor, recordá que en un mundo en el que podés ser cualquier cosa, sé amable. Porque todos no son mejores que la persona que limpia”, cerró la mujer.
A miles de personas les gustó el post, y muchos se tomaron la molestia de comentarlo. “Cuando entrevistaba a gente para un puesto de trabajo, siempre preguntaba al personal de recepción cómo los había tratado el candidato. Algunos fallaron en la ‘prueba de actitud’”, contó un usuario.
Mientras que otro, escribió: “Nunca entendí por qué la gente cree que lo que hace para ganarse la vida refleja su importancia. Me educaron para creer que un trabajo es un trabajo y que cualquiera que se levante y vaya a trabajar merece el mismo respeto, tanto si recoge la basura como si dirige la empresa. ¡Bien por tu madre! ¡Respeto!”.
Un tercero, se animó a contar su propia experiencia familiar: “¡Bien por ella! Mi padre fue conserje de un colegio durante 30 años, así que tuvo muchos empleados maleducados. Cuando empecé a dar clases juré que siempre sería amable con todo el personal que contribuyera a la escuela”.