Un grupo de 55 turistas alemanes se embarcó en una hazaña sin precedentes en la isla de Mallorca al consumir un asombroso total de 1.254 cervezas en menos de tres horas, con el objetivo de superar un récord previo. Este episodio inusual tuvo lugar en Platja de Palma, una zona conocida por su vida nocturna y que ha sido criticada por su “turismo de borrachera”.
Los turistas, que se organizaron en grupos de WhatsApp sin conocerse previamente, estaban de vacaciones en la isla gracias a un viaje organizado por el propietario de una agencia de turismo local. En total, el grupo gastó 2.838,20 euros para costear la enorme cantidad de cerveza, lo que equivale a un promedio de más de 22 cervezas por persona. Este consumo supera todos los límites del consumo responsable.
Este logro rompió un récord anterior en Mallorca, donde otro grupo de alemanes, un mes antes, había consumido 1.111 cervezas. A pesar de la sorprendente cantidad de alcohol consumida, no se informaron incidentes graves. El evento comenzó a las 10:30 de la mañana y concluyó alrededor de la una del mediodía, lo que significa que los participantes bebieron más de 10 cervezas por hora en promedio.
Kai Uwe Kahmann, el organizador del evento, lo describió como una experiencia divertida y grupal. “Todo se hizo de manera ordenada, nadie perdió los nervios ni se salió de tono”, afirmó el empresario de 62 años. Aunque el evento no generó problemas significativos, reavivó las preocupaciones sobre el turismo de borrachera en Mallorca.
TURISMO DE BORRACHERA
Mallorca es el destino de miles de turistas, futbolistas, aficionados alemanes, grupos de mujeres y de compañeros de borracheras disfrutan allí, como todos los veranos. Decenas de bares y boliches bordean el paseo marítimo de la playa, de más de cinco kilómetros de largo.
Los vecinos describen la situación como “la es peor de los últimos años”. Miguel Cañellas, presidente de la asociación vecinal del barrio Las Maravillas, dijo al medio DW: “Por supuesto que aquí vivimos del turismo, pero tenemos que poder vivir en paz. Muchos de los que viven aquí ya no quieren salir de su casa. Tienen miedo”.