A través del reciclaje es que podemos hacer de un objeto común y hasta incluso aburrido en un detalle de lo más llamativo y encantador, ya sea para sernos útil de algún modo en particular o simplemente decorar un espacio.
Si te quedó un rallador de queso que está viejo, oxidado, roto o todo junto, no podés dejar de reutilizarlo de un modo sencillo, que te explicamos.
Es una alternativa perfecta para crear nada más y nada menos que un organizador o porta aros para colocar en algún rincón que te permita tenerlos siempre al alcance de la mano y a la vez decorar tu habitación de un modo fabuloso. También puede ser un ingenioso regalo o adorno.
Para llevar a cabo este proyecto de reciclaje extremadamente sencillo, tendrás que hacer uso de los siguientes elementos: un rallador de queso manual, pintura de uno o más colores que prefieras (opcional) y los aros que quieras añadir.
Paso a paso para reciclar el rallador de quesos
En primer lugar, tendrás que verificar si tu rallador de queso está oxidado o no. En caso de que asi sea, podés optar por pintarlo, además te permitirá cubrir en gran medida posibles imperfecciones y a la vez roturas que podría tener.
Aplicá colores llamativos y vibrantes, o si así lo preferís, algunos que combinen con la decoración general de tu dormitorio. En los casos que aquí te enseñamos, se implementaron sobre este objeto tonalidades como el rojo o el amarillo.
El paso final será colocar los aros en el rallador de queso ya pintado y listo. De este modo, este elemento te permitirá tenerlos cerca e implementarlos en todos tus looks.