Si tenés un rallador viejo que ya no usás en la cocina, es hora de darle una nueva vida. No hace falta que lo tires: con unos simples pasos, podés convertirlo en un práctico y original porta lápices para tu escritorio, oficina o cualquier rincón de tu casa.
Además de ser una forma creativa de reciclar, vas a lograr una pieza decorativa que agregará un toque único a tu hogar.
Paso a paso para convertir tu rallador en un porta lápices único:
1. Recolectá los materiales: Lo primero que necesitás es el rallador viejo (puede ser de cualquier tipo, mientras tenga una base firme y esté en condiciones de ser manipulado). Además, vas a necesitar los siguientes materiales:
- Pintura en aerosol (del color que más te guste)
- Pegamento fuerte (como el pegamento para metal o madera)
- Un trozo de cartón o madera para la base (esto dependerá del tamaño de tu rallador)
- Lijadora (si querés un acabado suave en el rallador)
- Pincel (para decoración adicional)
2. Preparación del rallador: Si el rallador tiene restos de comida o grasa, limpiálo bien antes de comenzar. Podés usar agua con jabón y dejarlo secar completamente. Si querés un acabado más prolijo, pasale una lijadora a las áreas más rugosas para suavizar cualquier borde o superficie que pueda resultar incómoda al tacto.
3. Pintura del rallador: Una vez limpio y seco, es el momento de personalizar tu rallador. Usá la pintura en aerosol para darle el color que más te guste.
Si querés darle un toque metálico, podés optar por colores dorados, plateados o cobre, que están muy de moda. Si preferís algo más alegre, elegí colores vibrantes como el amarillo, el azul o el verde. Dejá secar bien la pintura antes de pasar al siguiente paso.
4. Creación de la base: Para que tu nuevo porta lápices sea funcional, necesitás una base estable. Podés usar un trozo de cartón grueso o madera que sea un poco más grande que el diámetro del rallador.
Esto garantizará que no se vuelque fácilmente. Medí el tamaño del rallador y cortá la base según esas medidas. Pegá la base al rallador usando el pegamento fuerte y dejalo secar completamente.
5. Decoración adicional (opcional): Si querés llevar tu porta lápices al siguiente nivel, podés decorarlo aún más. Usá pinceles y pinturas para agregar detalles como rayas, flores, o incluso palabras que te inspiren.