Para el significado de los sueños, las experiencias oníricas son el medio por excelencia a través del cual se comunica el inconsciente. Siendo así, los más comunes presentan elementos como arañas, gusanos, serpientes, sangre o hasta ex novios que, lejos de ser imaginaciones al azar, esconden un mensaje.
El agua y más precisamente el mar, es uno de los elementos que el imaginario proyecta con más frecuencia a la hora de dormir y cuya presencia suele generar curiosidades en los soñadores.
Qué significa soñar con olas del mar
La interpretación de los sueños que contienen agua de mar, va a ser distinta según si se presenta turbia, limpia, tranquila o con movimiento.
- Olas de mar en calma
Uno de los sueños más comunes con el mar, presenta al agua en estado calmo, sin olas y de color celeste. En estos casos, el estudio de los sueños lo interpreta como un estado de relajación.
Lo más probable es que seas una persona satisfecha, que hayas realizado lo que tenías pendiente y por eso te sentís recompensada y contenta con tus logros.
- Mar picado de olas
Las olas en el mar son símbolo de preocupación. Por eso, si en tus sueños el mar se presenta con algunas olas o repleto de ellas, significa que estás cargando con demasiadas preocupaciones.
Según el tamaño de las olas, se interpreta que la preocupación que te está afectando puede ser pequeña o muy intensa.
- Mar turbio
El mar es símbolo de serenidad para la gran mayoría de las culturas del mundo, principalmente cuando su color es cristalino y no tiene demasiadas olas. Por eso, si el agua en sueños se presenta sucia y peligrosa, tu inconsciente está tratando de avisarte que hay demasiadas preocupaciones en tu vida.
- Soñar con el mar de noche
Este sueño se presta a una doble interpretación. Por un lado, si soñaste que veías el mar a la luz de la luna o estabas dentro de él en plena noche, se interpreta como la necesidad de descanso.
El mar de noche es estudiado como un aviso del inconsciente de que tu cuerpo necesita un descanso, relajación y la calma que transmite el ruido del mar de noche. Por otro lado, también se interpreta como todo lo opuesto: la necesidad que tiene el cuerpo de realizar más actividades.