El 31 de diciembre está lleno de rituales y cábalas que las personas realizan con la esperanza de atraer prosperidad, amor o buena salud en el año que comienza. Entre estas tradiciones, una destaca por su originalidad y cierto toque de humor: comenzar el Año Nuevo bajo la mesa.
Aunque suene peculiar, quienes la practican aseguran que tiene un propósito claro y poderoso, especialmente para aquellos que buscan atraer una pareja amorosa.
En Argentina, donde los rituales para despedir el año son tan variados como creativos, esta cábala se ha hecho cada vez más popular.
Es fácil de realizar, no requiere grandes preparativos y está cargada de simbolismo, algo que la hace irresistible para quienes creen en el poder de la energía positiva y las tradiciones populares.
El origen de esta costumbre no está del todo claro, pero muchas teorías apuntan a raíces europeas y latinas. En algunas culturas, la mesa simboliza el hogar, el sustento y la unión familiar, mientras que colocarse debajo de ella representa un acto de renovación y humildad, como si uno estuviera pidiendo al universo un nuevo comienzo.
Con el tiempo, esta tradición se adaptó y comenzó a asociarse directamente con el deseo de encontrar pareja, probablemente porque el acto de “esconderse” bajo la mesa simboliza la búsqueda de algo valioso y esperado: el amor.
Paso a paso para realizar el ritual
- El momento clave: Apenas el reloj marque las 12 de la noche, tenés que colocarte debajo de la mesa. Es importante hacerlo con convicción y alegría.
- Intención clara: Mientras estás allí, pensá en el tipo de pareja que querés atraer. Visualizá un amor que te complemente y te haga feliz.
- Duración: Algunos dicen que con 1 o 2 minutos es suficiente, pero podés quedarte más tiempo si lo sentís necesario.
- Sumale elementos: Algunos también sugieren tener algo rojo, como una cinta o prenda, ya que simboliza la pasión y el amor.
Aunque no hay garantías, lo que sí está claro es que empezar el año con una actitud positiva y diversión puede ser el primer paso para atraer cosas buenas. ¿Y quién sabe? Quizás este año encuentres el amor bajo la mesa... literalmente.