Un inusual fenómeno atmosférico se ha provocado en repetidas ocasiones en los límites espaciales de la Tierra. Lo que parecen ser destellos o chorros azul brillante han sido fotografiados por cámaras y fotómetros (aparatos que detectan la luz) de la Estación Espacial Internacional. Es muy raro ver este fenómeno desde la perspectiva de la superficie terrestre.
Sin embargo, estos relámpagos que van de forma ascendente han sido divisados en diversas ocasiones por los tripulantes orbitales, para ser exactos desde febrero de 2019. En ese momento, cinco de estas “descargas” fueron efectivamente documentadas al mismo tiempo que se desarrollaba una tormenta sobre el Océano Pacífico, muy cerca de la isla de Nauru, que se encuentra al este de Nueva Guinea.
¿A qué se debe el color azul del “chorro”?
Según se cree y explica el Science News, su color azul se debe a que la luz que extraen viene principalmente del nitrógeno estratosférico. En realidad, los rayos comunes son resultado de una mezcla de gases de la atmósfera interior y por eso el color resultante es blanco. Al parecer, hay algún tipo de especial de descarga eléctrica de corto alcance dentro de la nube tormentosa que funciona como la chispa que inicia a estos destellos.
El primer autor de un artículo sobre estos rayos dio algunas explicaciones sobre el fenómeno. “Todo comienza con lo que yo considero un estallido azul”, dijo el físico atmosférico Torsten Neubert, de la Universidad Técnica de Dinamarca.
La altura que llegan a alcanzar estos rayos azules puede ser de hasta 52 kilómetros. Se iniciaron a unos 16 kilómetros sobre el nivel del mar, cerca de la parte superior de la nube, pero solo demoraron 10 microsegundos en alcanzar esa altura.
Este extraño fenómeno fue detectado por primera vez por la NASA entre 1994 y 1995. Su reaparición fue 20 años después, cuando en 2016 una columna de descarga eléctrica brotó de una nube hacia arriba frente a miles de testigos en China, durante los preparativos para observar y grabar una lluvia meteórica. A pesar de todo, los científicos aun no encuentran las razones y condiciones específicas por las que se dan estos destellos azules.