La relación entre los perros y los humanos ha sido objeto de estudio durante años, y uno de los temas que más ha intrigado a los científicos es si nuestros fieles compañeros pueden entendernos cuando hablamos.
A través de diversas investigaciones, se ha confirmado que los perros no solo pueden interpretar nuestro lenguaje verbal, sino también nuestras emociones y lenguaje corporal, lo que refuerza el vínculo entre ambos.
Estudios recientes han demostrado que los perros son capaces de distinguir palabras y tonos. Según una investigación de la Universidad de Budapest, los perros procesan el lenguaje de manera similar a los humanos, utilizando el hemisferio izquierdo del cerebro para procesar las palabras y el derecho para interpretar la entonación.
Esto significa que los perros no solo reconocen comandos como “siéntate” o “ven”, sino que también pueden captar si los estamos elogiando o reprendiendo, dependiendo de cómo lo decimos.
Además, investigaciones han demostrado que los perros pueden aprender hasta 165 palabras, y algunos casos excepcionales, como el del perro Border Collie “Chaser”, mostraron la capacidad de memorizar más de 1,000 palabras. Esta habilidad, conocida como “aprendizaje referencial”, se asemeja a cómo los niños pequeños adquieren vocabulario.
El poder del lenguaje corporal y emocional
Pero la comprensión de los perros no se limita a las palabras. Los perros son expertos en leer nuestras expresiones faciales, tono de voz y lenguaje corporal. Un estudio de la Universidad de Lincoln en el Reino Unido reveló que los perros pueden distinguir entre expresiones faciales humanas de alegría y enojo, y ajustar su comportamiento en función de ellas.
Este tipo de comunicación emocional es clave en el vínculo humano-canino. Los perros, al vivir tanto tiempo junto a nosotros, han desarrollado la capacidad de interpretar señales sutiles, lo que fortalece la conexión que sentimos hacia ellos.
Si bien no entienden el lenguaje humano en un sentido literal, los perros muestran una sorprendente capacidad para asociar palabras con acciones y emociones. Así, aunque no comprendan oraciones complejas, pueden captar lo esencial: lo que queremos decirles y cómo nos sentimos al respecto.