Un mecánico se tomó su trabajo con mucho humor y decidió hacer una prueba que terminó viralizándose en las redes: como había vendido la parte trasera de su auto, partió a la mitad el vehículo y probó que tan lejos podía llegar conduciendo solo la parte delantera.
El experimento estuvo a cargo de Lee Attwood (38), un reparador de vehículos que decidió cortar en dos su Ford Galaxy modelo 1998. Luego, se subió por la puerta del conductor y se sentó frente al volante con el rodado cercenado.
Acto seguido, encendió el motor y puso en marcha lo que quedaba del Ford mientras otra persona filmaba toda la secuencia entre carcajadas. Como era de esperarse, la situación se volvió por demás graciosa: Attwood aceleró a bordo de medio auto y condujo en medio de un bosque en esas condiciones.
Sin embargo, la travesía no duró mucho: a pocos metros de distancia, y luego de una maniobra entre árboles, Lee terminó chocando contra una enorme raíz, situación que dio por filanizada la secuencia y la divertida experiencia.