Un concejal de Porto Alegre, Brasil, encontró más de 60 bolsas de basura repletas de currículums arrugados. El hombre no quiso dejar pasar la oportunidad para ayudar a estas personas, por lo que utilizó su ingenio y le consiguió trabajo a varios de ellos.
El protagonista se llama Kaká D’Ávila y quiso compartir con sus más de 20 mil seguidores de Instagram lo que le pasó. Es que al encontrárselos entre medio de los desperdicios decidió rehacerlos todos y enviárselos a distintas empresas.
“¡Absurdo! ¡Esta semana encontré 62 currículums en la basura de la calle! ¡Es una falta de respeto a los desempleados! ¡Reuní cada currículum arrugado y los rehice todos! Y para realzar cada uno de ellos, creé este “Currículum Joyería”. Y así es como voy a las empresas para distribuir estos currículums. ¡Algunos incluso han sido contratados!”, publicó en su feed de Instagram.
El hombre aseguró que le gustaría que los que se encuentren con algo así y tengan las posibilidades, ayuden a los demás. “Hice lo que todos deberían hacer en esta situación. Detrás de cada hoja de papel hay una vida que merece respeto”, agregó.
Más allá de la desconsideración con aquellos que se acercaron a dejar su CV, explicó que la conducta de tirarlos de esa forma también tiene sus riesgos ya que no se sabe en manos de quién podría haber caído esa información. “Se expusieron todos los datos personales de los candidatos”, reflexionó.
Le consiguió trabajo a más de una docena de personas
Lo mejor fue que su emprendimiento surtió efecto y al menos 14 personas ya consiguieron trabajo. Incluso algunos se acercaron para agradecerle y le contaron su historia. “En el caso del joven de la foto, había dejado de comer para gastar el dinero en copias de su currículum. Rehice cada currículum arrugado, tomé copias y las distribuí a los lugares que tenían vacantes”, reveló Kaká.
Para proteger su privacidad le tapó la cara, pero quiso compartir la historia de un joven que encontró trabajo como portero gracias a esta movida. “¡Acaba de recibir la noticia de que lo contrataron para un trabajo como conserje! Hoy llora, ¡pero es de alegría!”, sentenció