No importa el cuidado que les des y la frecuencia con la que los laves. Tarde o temprano, llega el momento de sustituir las toallas viejas por otras nuevas. Por lo general, esto ocurre a los dos años de uso.
Cuando llega ese día, nos da culpa tirar las toallas y les damos otro uso, como trapo de piso, repasador o bien, quedan por si las dudas. Esto cambió, puesto que podés hacerlas valer como algo más.
En lugar de deshacerse de las toallas viejas, puedes reciclarlas y darles una segunda vida. Todo lo que se necesita es un poco de creatividad y artesanía.
Pantuflas para el baño
Después de ducharse, no hay nada mejor que salir de la ducha con un par de pantuflas antes de secarse los pies. De este modo, evitarás manchar el suelo o mojar las medias y el piso.
Con una toalla vieja que sea lo suficientemente grande, puedes hacer tu propio par de estas comodísimas pantuflas. También necesitarás las suelas de algún calzado– o cartón- que ya no uses, que servirán de plantilla para recortar porciones de toallas de la misma forma.
A continuación, se pega todo con un pegamento adecuado y deja que se sequen. Finalmente, sólo queda fortalecerlas con aguja e hilo.
Guantes de cocina
Cuando se utiliza el horno, por ejemplo, para cocinar algo que requiere que este al máximo de temperatura, siempre es una buena idea tener un par de guantes de cocina para evitar quemarse.
Si tu toalla vieja es lo suficientemente gruesa, puedes usarla para hacer guantes de cocina. Para ello, tendrás que utilizar tus propios guantes como plantilla, dibujando su forma en un trozo de cartón.
Recortá partes de la toalla en función de esto y deje unos milímetros para la costura. Por último, coser las dos partes y listo.
Guantes para limpiar la piel
Cuando se exfolia la piel en la ducha, la ayuda de un guante puede ser muy útil. Bueno, puedes hacer un par con una toalla vieja. Sólo hay que cortar dos piezas para que tengan la forma de un guante y luego coserlas.