Annie Marshall es una joven de 20 años oriunda de Essex, en Reino Unido. Ella sufría constantemente de dolores estomacales desde hacía bastante tiempo, los cuales vinculaba a una intoxicación alimentaria que la había dejado con dicho malestar cada vez que comía. Lo que le parecía raro a Annie, es que el dolor parecía empeorar, hasta que un extraño le diagnosticó una insólita enfermedad a través de la plataforma Facebook.
La joven había comenzado a experimentar síntomas por primera vez en marzo de 2020. Le dijeron que se recuperaría de un virus estomacal, pero la situación no mejoraba, al contrario, los retorcijones eran cada vez más intensos.
El dolor era tal que debía pasar postrada en su cama por el resto del día. Luego de numerosas visitas médicas, finalmente le terminaron diagnosticando gastroparesia, según informa el medio Mirror.
Los días pasaban y Annie parecía no mejorar, muy por el contrario, estaba perdiendo peso y los remedios que le habían recetado no hacían ningún efecto para contrarrestar el dolor de estómago.
Fue solo hasta que Annie expresó sus frustraciones en un grupo de Facebook para personas con gastroparesia que una mujer se acercó a ella y le sugirió que investigara el síndrome del ligamento arcuato medio (MALS).
“Se supone que un estómago se vacía solo en media hora, pero para mí, después de cuatro horas, el 0% se había vaciado. No sabía qué hacer y me sentía muy mal. Prácticamente me había dado por vencida”, recuerda la chica.
Era tal la desesperación de la muchacha, que hasta contactaron a un médico experto en la cirugía de manga gástrica y bariátrica. Esto le dio cierta esperanza, de modo que viajó hacia Texas para someterse a una operación. Sin embargo, la misma no amainó los fuertes dolores.
Con mucha frustración, expresó sus sentimientos en una publicación en un grupo de Facebook e, inesperadamente, un extraño se acercó con “la llave para la solución al problema”.
El diagnóstico de un extraño de Facebook
“Recibí un mensaje de una mujer en Estados Unidos que dijo que había sido enfermera durante 20 años y que debería investigar ese síndrome. Ella misma lo tenía y había trabajado con cirujanos especialistas, así que fue pura suerte”, recuerda.
El dolor continuó aumentando durante los meses siguientes y fue a visitar expertos para tratar de llegar al fondo de la misteriosa enfermedad.
Hasta un médico le dijo que pensaba que tenía anorexia y ningún problema físico. “Al principio mis padres también lo creyeron, confiaban en él porque era médico”, cuenta. Pero se dieron cuenta de que no había forma de que ella pudiera manipular los síntomas que estaba experimentando.
Así, comenzó un tratamiento para la gastroparesia, incluida la inyección de Botox en el estómago. Nada daba resultado. Ni siquiera los antibióticos durante tanto tiempo cuando pensaron que era una infección bacteriana.
Luego de investigar y encontrar la persona con los síntomas similares, halló un médico en Londres que pudiera tratar la enfermedad.
Se hizo una ecografía y finalmente obtuvo el diagnóstico que había estado buscando: tenía el síndrome del ligamento arcuato o arqueado mediano.
Actualmente Annie espera ser vista en Connecticut por un especialista en MALS líder en el mundo. “Me pusieron en la lista de espera para la cirugía que, con suerte, se llevará a cabo en julio”, confirma. Recién allí, entrar nuevamente al quirófano para por fin someterse a la operación que le cambie la vida.